(este año 2009 la Misa del Cuerpo del Señor es el domingo 14 de Junio)
Corpus Christi (latín: 'Cuerpo de Cristo') o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo es una fiesta de la Iglesia Católica destinada a celebrar la Eucaristía.
Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de los fieles católicos en Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento.
La Celebración se lleva a cabo el jueves siguiente de la octava de Pentecostés. Esta fiesta conmemora la institución de la Santa Eucaristía el Jueves Santo con el fin de tributarle a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, amor y gratitud. Por eso se celebraba en la Iglesia Latina el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.
En los Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad.
La Solemnidad de Corpus Christi se remonta al siglo XIII. Dos eventos extraordinarios contribuyeron a la institución de la fiesta: Las visiones de Santa Juliana de Mont Cornillon y El milagro Eucarístico de Bolsena/Orvieto.
El Papa Urbano IV, amante de la Eucaristía, publicó una bula el 8 de septiembre de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de nuestro Salvador expresado en la Santa Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad de “Corpus Christi” en el día jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la Santa Misa y al oficio.
Este oficio, compuesto por el doctor angélico, Santo Tomás de Aquino, por petición del Papa, es uno de los más hermosos en el breviario Romano y ha sido admirado aun por Protestantes.
La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta.
La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306. El Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. Publicó un nuevo decreto incorporando el de Urbano IV. Juan XXII, sucesor de Clemente V, instó su observancia.
Procesiones
Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV y se hicieron bastante comunes en a partir del siglo XIV.
El Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad, y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.