Reflexión

INDISPENSABLE REFLEXIÓN

Sobre el Sedevacantismo se ha dicho lo que se ha querido, muchos han opinado sobre esta posición teológica y canónica católica sin conocer en profundidad sus verdaderos orígenes y desarrollo, sus verdaderos protagonistas --eclesiásticos de la mayor relevancia jerárquica como intelectual--, sus verdaderos y graves fundamentos dogmáticos, su imperiosa razón de defender a los católicos de la grave apostasía y cisma en el que ahora viven y malviven. Paradójica y curiosamente sus máximos enemigos y detractores han sido aquellos que se dicen "defensores de la tradición católica", estos son los falsos tradicionalistas, todos ellos ex miembros de la FSSPX a la cual hoy día calumnian y difaman con un diabólico resentimiento; dirigidos por una élite infiltrada con psudosteólogos que inventaron laberínticas "tesis" rabínicas-dominicas-jesuíticas, y de una gran malicia al servicio del complot judeo-masónico, y secundados por la complicidad y servilismo de una mayoría de incautos que movidos siempre por la ingenuidad de una cómoda negligencia se alimentan de las "teologías" y de los "teólogos" del facebook o de los blog de la internet. Frente a todos estos paracaidístas devenidos en estos últimos meses al "sedevacantismo" los hay de muchos colores, entre ellos contamos a los desilucionados por el coqueteo de Jorge Bergoglio con los Protestantes, Judíos y Musulmanes, como si Ratzinger, Wojtila y Montini no lo hubiesen hecho antes, estos nuevos "sedevacantistas" creen que solo Bergoglio es hereje formal y material y por lo tanto no es papa, pero los muy incautos "ignorantes en la cuestión" aceptan la misa nueva y los sacramentos dados con el nuevo ritual inválido e ilegítimo de Paulo VI. Los Católicos fieles creemos firmemente que el último Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue S.S Pío XII y que de allí por defecto y consecuencia de la Grana Apostasía ha cesado la institución del cónclave y cualquier iniciativa al respecto, solo será una delirante intentona.

martes, 25 de abril de 2023

UN VALIENTE GUARDIÁN DE LA FE CATÓLICA Y DEFENSOR DE LA MISA DE SIEMPRE, EN EL XXXII ANIVERSARIO DE SU MUERTE...: Carta de Monseñor de Castro Mayer a "Pablo VI" – 12 de septiembre de 1969

Cinco meses después de la promulgación de la Nueva Misa, por el decreto del 6 de abril de 1969 (día de Pascua), un obispo brasileño le escribió una carta a "Pablo VI" donde le decía que esta última era inadmisible en su diócesis.



En la primavera de 1969, Juan Bautista Montini -alias- Pablo VI decretó la institución de una Nueva Misa para la Nueva Iglesia emanada del "concilio" Vaticano segundo recientemente finalizado. No solo fue un escándalo por su acercamiento a la concepción Protestante de la cena, sino también un intento de aplastar el rito bimilenario de la Iglesia para efectuar su sustitución.
Cuando Monseñor Antonio de Castro Mayer, obispo de Campos (Brasil), recibió la carta de promulgación del nuevo rito, no dijo una palabra, sino que llamó un automóvil y un chófer, luego pidió que lo llevaran al seminario diocesano, al extremo norte de la diócesis, a 150 km de Campos. Después de un día de camino en angustioso silencio, entró al seminario con la carta aún en la mano y, con un aspecto pálido, tenso y consternado, se la entregó al Padre José Possidente, director del seminario. Y entonces habló por primera vez desde que había abierto y leído la carta: “No es posible, no es posible; no lo aceptaré”, y las lágrimas brotaron de sus ojos.
Una gran tristeza se apoderó del obispo y, en su alma, este dolor, un dolor sentido por todos los fieles que conocían y amaban la Misa, nunca se terminó. Este yugo no fue fácil de llevar; esta carga no era ligera. Pero eso no cambiaría su sentido del deber. Se le había encomendado una tarea y continuaría haciéndola. Debía preservar la fe en su diócesis y ahora también la Misa. Se armó con las armas de un obispo: mitra, báculo y anillo, signos de autoridad que le fueron dados en su consagración, y tomó la pluma. Cinco meses después, el "Pablo VI" recibió en Roma la siguiente carta:

Beatísimo Padre:
Habiendo examinado atentamente el Novus Ordo Missæ que entrará en vigor el próximo día 30 de noviembre, después de mucho rezar y reflexionar juzgué mi deber, como sacerdote y como obispo, presentar a Su Santidad mi angustia de conciencia, y formular, con la piedad y confianza filiales que debo al Vicario de Jesucristo, una súplica.
El Novus Ordo Missæ, tanto por las omisiones y cambios que introduce en el Ordinario de la Misa, como por muchas de sus normas generales que indican el concepto y la naturaleza del nuevo Misal, no expresa, en sus puntos esenciales, como debería, la Teología del Santo Sacrificio Eucarístico, establecida por el Sacrosanto Concilio de Trento en su sesión XXII. Es este un hecho que la simple catequesis no consigue contrarrestar. En el apéndice adjunto las razones que, a mi juicio, justifican esta conclusión.
Los motivos de índole pastoral que, eventualmente, podrían ser alegados en favor de la nueva estructura de la Misa, en primer lugar, no pueden llegar al punto de dejar en el olvido los argumentos de índole dogmática que militan en sentido contrario; y, en segundo lugar, no parecen consistentes.
Los cambios que han precedido y preparado el Novus Ordo Missæ no han contribuido a aumentar la Fe y la piedad de los fieles. Al contrario, nos han dejado llenos de aprensión, una aprensión que aumentó por el Novus Ordo, por cuanto este favoreció la idea de que no hay nada inmutable en la Santa Iglesia, ni siquiera el Santo Sacrificio de la Misa.
Además, como señalo en las hojas adjuntas, el Novus Ordo no solo no inspira fervor, sino que extingue la Fe en las verdades centrales de la vida católica, como la Presencia Real de Jesús en la Santísima Eucaristía, la realidad del Sacrificio propiciatorio, o el sacerdocio jerárquico.
Cumplo así un imperioso deber de conciencia suplicando humilde y respetuosamente a Su Santidad que se digne, mediante un acto positivo que elimine cualquier duda, autorizarnos a continuar con la utilización del Ordo Missæ de San Pío V, cuya eficacia en la dilatación de la Santa Iglesia, y en el fervor de sacerdotes y fieles, recuerda Su Santidad con tanta unción.
Estoy seguro de que la Paternal Benevolencia de Su Santidad no dejará de disipar las perplejidades que angustian mi corazón de sacerdote y obispo.
Postrado a los pies de Su Santidad, con humilde obediencia y filial piedad, imploro Vuestra Bendición Apostólica.

Monseñor de Castro Mayer, Campos, 12 de septiembre de 1969

(Datos, vida y obra de Mons. de Castro Mayer...:) https://es.metapedia.org/wiki/Ant%C3%B4nio_de_Castro_Mayer

lunes, 17 de abril de 2023

SEMANA SANTA 2023 EN NUESTRA CAPILLA VIRGEN DE LUJÁN EN VEDIA BS.AS.

 DOMINGO DE RAMOS






JUEVES SANTO EN EL MONUMENTO



VIERNES SANTO, VIA CRUCIS Y ORACIONES UNIVERSALES






SÁBADO SANTO Y DOMINGO DE PASCUAS















LA GRAN APOSTASÍA ES HOY DÍA IRREVERSIBLE... (Un hermosos texto poco optimista, lo que quiere decir realista)

 

Por: Mons. LouisVezelis OFM

Queridos Amigos en Cristo Jesús,
La fe es con frecuencia, en los tiempos difíciles, puesta a prueba y fortalecida. Lo comprobamos en la Gran Apostasía actual. Como consecuencia de esta gran apostasía, la Iglesia es ahora un pequeño rebaño en contraste con el gran número de los que han apostatado y han sido llevados al cisma conducidos por falsos maestros. Los miembros de la Iglesia remanente están ahora físicamente aislados de los otros miembros de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica. Nuestras escuelas, antes católicas, ya no lo son porque en ellas ya no se enseña la doctrina católica. No existe razón para que sigan llamándose así, porque la verdadera fe ya no se enseña en ellas. Sólo son escuelas privadas donde se enseñan doctrinas falsificadas. Las iglesias construidas por nuestros padres y abuelos para la ofrenda del Sacrificio de la Misa ya no se utilizan para tal fin. En lugar de ello, algunas piezas meramente simbólicas de la verdadera liturgia han sido incorporadas a la nueva liturgia, la cual sirve para propagar doctrinas erróneas acerca de la Sagrada Eucaristía. En verdad en muchos sitios se oyen aún muchas expresiones católicas. Pero, esto se hace para mantener a la gente engañada. Señoras solteras, antiguas religiosas , han colgado sus hábitos y se muestran arrogantemente como “párrocos oficiantes”. En algunos lugares, incluso al sacerdote válido no se le honra con el apelativo de “Padre” sino con el de “ministro sacramental“, borrando así cualquier diferencia de género. No habrá impedimento para que los “ministros sacramentales” sean en el futuro mujeres. Falsificando o negando totalmente la Sagrada Escritura se ha abierto el camino para extraer conclusiones escandalosas. Desde la muerte del Papa Pío XII, observamos la judaización de la iglesia so capa de un hipócrita «ecumenismo». La Gran Apostasía es irreversible. Es irreversible, tal como había sido anunciada en las Sagradas Escrituras. Una vez que se ha consumado, no hay ya lugar para «volver» a los viejos tiempos cuando los católicos eran numerosos. Nuestra empeño hoy no debe ser negativo. Es una pérdida de tiempo mirar hacia atrás a los días en que todos acudían a la iglesia, el domingo, con sus familias, cuando las monjas se sacrificaban para enseñar en las escuelas, no sólo conocimientos seculares, sino sobre todo para enseñar a nuestros hijos las verdades de la Iglesia Católica . ¡Ya no hay monjas católicas! ¡Como tampoco hay escuelas católicas! Quedan sólo los edificios que a veces llevan nombres de santos católicos. Una vez que la fe ha desaparecido, el resto también ha desaparecido. Sólo queda el cascarón vacío de lo que antaño existió. Una nueva religión, un nuevo espíritu anima a aquellos que abiertamente se llaman a sí mismos «católicos», pero que son más liberales [Modernistas] que las sectas protestantes más liberales.¿Qué pueden hacer los aislados católicos? ¿Cómo podrán recibir los sacramentos si todo lo que hay a su alrededor son herejes y cismáticos, modernistas o falsos "tradicionalistas"? ¡ Si ninguno de ellos tiene sacramentos o al menos sacramentos fructuosos! Pero Nuestro Señor no abandona a los que creen en Él y le aman. Un verdadero católico está unido espiritualmente en sus pensamientos a la Iglesia Católica Romana. La tecnología moderna -algunas veces- viene en ayuda de aquellos que permanecen fieles en estos tiempos de prueba. El ejemplo del centurión [Lc.7,2ss: “Señor no soy digno de que entre en mis casa..]debe servir de acicate a quienes están físicamente separados de los verdaderos sacerdotes católicos. Nuestro Señor curó al hijo del centurión sin ir físicamente a su casa. Jesús hizo esto a sabiendas de que no había barreras de espacio y tiempo para Su poder. El otorgó este mismo poder a sus apóstoles e incluso les dijo que iban a hacer cosas aún mayores que las que El hizo. ¿Será entonces imposible para un verdadero sacerdote de la Iglesia Católica Romana acudir en ayuda de los solitarios fieles dándoles las enseñanzas auténticas de la Iglesia sobre el deseo– sacramenta in voto– en la recepción de los sacramentos ? Sólo aquellos que ignoran la naturaleza del Cuerpo Místico de Jesucristo no alcanzan a comprender la Misericordia de Dios.