Reflexión

INDISPENSABLE REFLEXIÓN

Sobre el Sedevacantismo se ha dicho lo que se ha querido, muchos han opinado sobre esta posición teológica y canónica católica sin conocer en profundidad sus verdaderos orígenes y desarrollo, sus verdaderos protagonistas --eclesiásticos de la mayor relevancia jerárquica como intelectual--, sus verdaderos y graves fundamentos dogmáticos, su imperiosa razón de defender a los católicos de la grave apostasía y cisma en el que ahora viven y malviven. Paradójica y curiosamente sus máximos enemigos y detractores han sido aquellos que se dicen "defensores de la tradición católica", estos son los falsos tradicionalistas, todos ellos ex miembros de la FSSPX a la cual hoy día calumnian y difaman con un diabólico resentimiento; dirigidos por una élite infiltrada con psudosteólogos que inventaron laberínticas "tesis" rabínicas-dominicas-jesuíticas, y de una gran malicia al servicio del complot judeo-masónico, y secundados por la complicidad y servilismo de una mayoría de incautos que movidos siempre por la ingenuidad de una cómoda negligencia se alimentan de las "teologías" y de los "teólogos" del facebook o de los blog de la internet. Frente a todos estos paracaidístas devenidos en estos últimos meses al "sedevacantismo" los hay de muchos colores, entre ellos contamos a los desilucionados por el coqueteo de Jorge Bergoglio con los Protestantes, Judíos y Musulmanes, como si Ratzinger, Wojtila y Montini no lo hubiesen hecho antes, estos nuevos "sedevacantistas" creen que solo Bergoglio es hereje formal y material y por lo tanto no es papa, pero los muy incautos "ignorantes en la cuestión" aceptan la misa nueva y los sacramentos dados con el nuevo ritual inválido e ilegítimo de Paulo VI. Los Católicos fieles creemos firmemente que el último Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue S.S Pío XII y que de allí por defecto y consecuencia de la Grana Apostasía ha cesado la institución del cónclave y cualquier iniciativa al respecto, solo será una delirante intentona.

lunes, 30 de mayo de 2022

LOS MIEMBROS DE NUESTRA SOCIEDAD RELIGIOSA NO ADHERIMOS A NINGÚN "ISTA" YA QUE POR LA GRACIA DEL BAUTISMO SOMOS CATÓLICOS, APOSTÓLICOS, ROMANOS.... Por lo tanto rechazamos de plano los motes de Tradicional"istas", Sedevacant"istas", Modern"istas", Lefebvr"istas" Thuc"istas" y todos los "ISTAS" habidos y por haber.




Visto en: Foro Católico

¿Que es una sede vacante?.
Es cuando la sede episcopal, incluida la de Roma, jurídicamente queda vacante o sin ocupante legítimo o canónico.
Entonces, la sede (silla) está vacante cada vez o en cada ocasión que muere su legítimo ocupante o es trasladado a otra sede, o es depuesto o renuncia a la misma. Es un hecho común y cotidiano en la Iglesia Católica y no tiene nada de extraordinario. Hay miles de casos para enumerar.
Aunque la historia de la Iglesia haya registrado 260 sedes papales vacantes en 20 siglos y miles de sedes episcopales vacantes; no por ello se llamaría a los cardenales electores “sedevacantistas”, ni tampoco se calificaría así a los papas que cubren las sedes episcopales con nuevos obispos titulares. Se les llamaría simplemente católicos.
Como entendemos, si a alguien se le llama «papista», es porque está en favor del Papa; así que al que se le llama “sedevacantista” sería al que desea que la sede continúe vacante, o que no haya Papa; y la mejor manera para apuntalar dicho «sedevacantismo» es ocupar la sede con un usurpador o antipapa.
Nos parece entonces que el mote “sedevacantista” de poder aplicarse, sería para las personas que desean que la sede vacante se prolongue lo más posible mediante un o varios antipapas…
Quienes desean a un Papa legítimo en la Silla de Pedro serían lo contrario: “antisedevacantes”, nosotros los llamaríamos católicos, a secas…

Respecto al «ismo» de «sedevacantismo», los católicos lo debemos rechazar por tres simples razones:

1. Durante 20 siglos, cada muerte de un Papa o de un obispo verificaba el hecho de la sede vacante. En total 260 papas y algunos miles de obispos dejaron la sede vacante al fallecer, y en muy pocas ocasiones algunas sedes fueron usurpadas. Los católicos durante dos milenios ¿eran llamados «sedevacantistas» o «sedeusurpadistas» por reconocer ese hecho… o simplemente católicos?.
2. El problema de adoptar etiquetas y poses absurdas es lo que nos hace parecer una secta en lugar de católicos. No deseamos que haya «sede vacante». Los socialistas quieren el socialismo, los modernistas quieren el «modernismo», los «sedevacantistas» quieren el «sedevacantismo». Así lo «entienden» la mayoría y los «sedevacantistas» los confunden.
3. Las investigaciones del Pbro. Dr. Joaquín Sáenz y Arriaga S.J. precisamente fueron la primera luz que nos ayudaron a entender una parte crucial del problema; que Pablo VI era un hereje y que no era un legítimo Papa. El problema con su premisa es que afirma que la causa eficiente de la vacancia de la sede fueron LAS HEREJÍAS que Pablo VI firmó y proclamó en el conciliábulo concluido en 1965. Supone que estas herejías lo despojaron de su papado cuando ya había sido electo pontífice. Pero esta premisa entra en conflicto el dogma de la infalibilidad papal, que define que un papa no puede incurrir ex cathedra en herejía contra la Fe o la Moral. Por eso muchos sabios católicos se confundieron, rechazaron la premisa del P. Sáenz y siguieron disciplinados a la Roma Modernista, tratando de entender y adecuar la nueva doctrina a la fe de siempre.
Sin embargo, y a pesar de su erudición y valentía, el R.P. Sáenz y Arriaga no citó, tal vez por desconocimiento, el magisterio papal fulminante y contundente que no deja lugar a dudas sobre la realidad: LA BULA CUM EX APOSTOLATUS OFFICIO, del papa Pablo IV y el motu proprio de San Pío V «Intermultiplices» que confirma la anterior y en los cuales se aborda el problema gravísimo de la sede papal usurpada por un hereje o apóstata o cismático.
No lo podemos asegurar, pero si en aquel tiempo se hubiese difundido el magisterio papal fulminante e infalible sobre la sede usurpada por un hereje previo, cuya elección es nula e inválida, tal vez muchos sabios hubiesen contado con la luz necesaria para reconocer en el concilio a Juan XXIII y Pablo VI como antipapas, con tan solo investigar sus antecedentes doctrinales. Esa gracia que sí se obtuvo contra Anacleto II en 1131, o con Rampolla en 1903, nos fue negada en 1958 y en 1963.
Sobre el término «tradicionalista», también es un error adoptarlo por «distinción» o por convicción.
Si es por distinción, solamente nos distingue o diferencia de nombre de lo que realmente somos: católicos.
La Sagrada Revelación se divide en dos partes esenciales: Sagradas Escrituras y Sagrada Traición Apostólica. La una sin la otra llevan al extravío doctrinal. Los protestantes son «escrituristas», los cismáticos «ortodoxos» son «tradicionalistas». Después del gran cisma de oriente, el «tradicionalismo» tiene entre sus antiguos exponentes a los cismáticos que adoptaron el mote de «vetero católicos», una secta que se separó de la Iglesia Católica a raíz del Concilio Vaticano Primero (1870) por rechazar los dogmas de la infalibilidad pontificia y el primado de jurisdicción. Su argumento -falso y herético- era que estos dogmas no formaban parte de la enseñanza tradicional y que ellos preferían la iglesia «a la antigua», y se llamaron a sí mismos «viejos católicos».
Los veteros tuvieron muchos seguidores en Europa, incluidos ciertos círculos de Francia, Holanda y Alemania. Uno de esos afines fue el cardenal Louis Billot, maestro de Marcel Lefebvre y promotor de la condenada Alianza Francesa quien prefirió renunciar al colegio cardenalicio que dejar de apoyar a un hereje notorio como Maurras.
En la práctica, uno de los errores que más ha beneficiado a la Nueva Iglesia Conciliar, es que los verdaderos católicos adopten denominaciones o apodos que ante los demás los hagan parecer como secta.
¿Por qué no decirnos simplemente católicos, si eso es lo que somos?

domingo, 15 de mayo de 2022

DOMINGO IV DESPUÉS DE PASCUAS Y VISITA DEL PADRE EMILIO FATTORE Y VISITA A LA BASÍLICA DE LUJÁN -SRSLRF-

Con mucha alegría y felicidad tenemos en estos días la  visita del Padre Emilio venido desde U.S.A.. Este Domingo cuarto de Pascuas ha celebrado la Santa Misa en nuestra Capilla Virgen de Luján juntamnte a fieles, algunos venidos de otro lugares para compartir un rato con él. Las imágenes que siguen son a manera de ilustración de una hermosa jornada cristiana. 










lunes, 9 de mayo de 2022

INGENIERO ROBERTO MATEO GOROSTIAGA R.I.P., EN EL XIX ANIVERSARIO DE SU PASO A LA ETERNIDAD


HOY SE CUMPLEN DIECINUEVE AÑOS DE LA MUERTE DEL INGENIERO MATEO ROBERTO GOROSTIAGA, CABALLERO CATÓLICO Y GRAN BENEFACTOR DE LA TRADICIÓN CATÓLICA EN NUESTRA AMADA ARGENTINA, CON QUIEN EL TRADICIONALISMO DE ESTAS LATITUDES TIENE CONTRAÍDA UNA INCALCULABLE DEUDA, YA QUE SU FUNDAMENTAL Y DESIGUAL LUCHA POR LA MISA CATÓLICA Y EL SACERDOCIO CATÓLICO NOS HAN PERMITIDO MANTENER ESTAS QUE SON LAS LLAVES DE BÓVEDA DE LA ESTRUCTURA JERÁRQUICA QUE SE EXPRESA CON MERIDIANA CLARIDAD EN EL CUATRILEMA CARLISTA: DIOS, PATRIA, FUEROS, REY.
FUE EL QUIEN HIZO POSIBLE LA PRIMER VISITA DEL ARZOBISPO FRANCÉS MARCEL LEFEBVRE Y LUEGO LA INSTALACION DE LA FRATERNIDAD SACERDOTAL SAN PÍO X EN BUENOS AIRES, CON SU  PRIORATO “SAN PÍO X”, Y ASIMISMO  EL SEMINARIO NTRA. SRA. CORREDENTORA A LAS AFUERA DE LA CIUDAD DE LA REJA EN EL PARTIDO DE MORENO.
TAMBIÉN FUE QUIEN GESTIONO LA VISITA DEL OBISPO BRASILERO MONSEÑOR ANTONIO DE CASTRO MAYER A BUENOS AIRES.
EL INGENIERO GOROSTIAGA BRINDÓ APOYO A MUCHOS SEMINARISTAS PARA QUE PUDIERAN CONCLUIR SUS ESTUDIOS EN ECÔNE SUIZA, QUE LUEGO FUERON LOS PRIMEROS SACERDOTES DE LA FRATERNIDAD EN AMERICA DEL SUR.
FUNDÓ DOS EDITORIALES PARA DIFUNDIR LA CULTURA CATOLICA Y LAS BUENAS LETRAS, SIENDO UN GRAN IMPULSOR DE LA PROPAGANDA CATOLICA, Y ARTIFICE DE CURSOS DE CULTURA CATÓLICA, PRESIDENTE DE UNA VOCE ARGENTINA, REDACTOR Y LUEGO DIRECTOR DE LA REVISTA ROMA Y GESTOR Y PROMOTOR DE LA CRUZADA DEL ROSARIO.
GRAN DEFENSOR DE LA MISA DE SIEMPRE, FUE TERCIARIO FRANCISCANO Y GRAN DEVOTO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN. TODO LO QUE HIZO —A VECES DIFERENCIANDOSE DEL RESTO— LO REALIZÓ POR SU PERSEVERANTE LUCHA POR LA RESTAURACIÓN DE LA TRADICION Y EL AMOR Y FIDELIDAD A LA SANTA MADRE IGLESIA.
OREMOS POR EL ETERNO Y MERECIDO DESCANSO DE UN CABALLERO CATÓLICO QUE LIBRO EL BUEN COMBATE.
NUESTRA COMUNIDAD RELIGIOSA AGRADECE DE MANERA PARTICULAR, POR EL APOYO ESPIRITUAL Y MATERIAL CON QUE EL ING. GOROSTIAGA ENTREGÓ LE HICIERA AL PADRE MAURICIO MARÍA -MIEMBRO DE NUESTRA SOCIEDAD RELIGIOSA- PARA PODER CONCLUIR SUS ESTUDIOS Y ASÍ LLEGAR A RECIBIR LA ORDENACIÓN SACERDOTAL, DIOS PAGUE TANTA GENEROSIDAD.


Aquí le dejamos una breve reseña de su vida tomada de: https://es.metapedia.org/

Mateo Roberto Gorostiaga Victorica (28 de octubre de 1922, Buenos Aires, Argentina - 9 de mayo de 2003, Buenos Aires, Argentina) fue un empresario y político argentino, destacado por su militancia a favor de la defensa y difusión de las tradiciones católicas, y por su lucha contra el comunismo y la masonería.

Biografía

Juventud

Gorostiaga nació en el seno de una familia perteneciente al patriciado argentino. Cursó sus estudios primarios y secundarios en la Escuela Argentina Modelo, y se recibió de ingeniero civil en la Universidad de Buenos Aires. En 1947 contrajo matrimonio con Carmen Ruíz Guiñazú, con la que tendría cuatro hijos.

Muy joven se incorporó a la Empresa Argentina de Cemento Armado, fundada por su padre. Fue también miembro del Centro Argentino de Ingenieros y de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa. Su ferviente devoción católica lo hizo convertirse en terciario franciscano.

Ciudad Católica

En 1959 Gorostiaga, siguiendo el consejo del Padre Georges Grasset, fue uno de los fundadores de la versión argentina de la organización francesa Cité Catholique. Lo acompañaron en la iniciativa el intelectual Juan Carlos Goyeneche, el militar Juan Francisco Guevara y el empresario Robert Pincemin.

El grupo, apadrinado por el Cardenal Antonio Caggiano, fue muy influyente en todo el espectro de las derechas argentinas durante la primera mitad de la década de 1960, publicando la revista Verbo, a la cual Gorostiaga dirigió.

Por esa época Gorostiaga publicó también una serie de reputados artículos en los que repudiaba tanto al comunismo como al liberalismo y proponía construir un orden social cristiano, que promoviese el desarrollo de una economía basada en la Doctrina Social de la Iglesia (los textos serían recogidos y ampliados en el libro Cristianismo o revolución de 1977).

SEPAC

Cuando en 1966 se produce el golpe de Estado que lleva a la presidencia al General Juan Carlos Onganía, Gorostiaga fue convocado para colaborar con el proceso socioeconómico y político que impulsaba el gobierno.

En consecuencia se puso al frente de la Secretaría de Estado de Promoción y Asistencia a la Comunidad (SEPAC), la cual dependía del Ministerio de Bienestar Social -que era en ese entonces dirigido por el empresario católico Roberto J. Petracca.

Como el trabajo social era una pieza clave en el gobierno de Onganía para combatir a la subversión, Gorostiaga suspendió sus actividades profesionales y le cedió la dirección de la revista Verbo a Adalberto Zelmar Barbosa y la conducción de la Ciudad Católica a Carlos Alberto Sacheri para dedicarse a tiempo completo a sus tareas de funcionario público. Su ambición era organizar un sistema corporativista de gran escala, en el que la idea marxista de la lucha de clases se volviera irrisoria.

De todos modos un conflicto entre católicos y liberales dentro del gobierno hizo que Gorostiaga se viese obligado a renunciar a su cargo en 1967.

Mecenas católico

Fuera del gobierno, Gorostiaga retomó sus actividades empresariales, dedicándose especialmente a incursionar en el ámbito de la construcción.

A su fortuna la invirtió en el cumplimiento de su apostolado católico. Por ello fundó la revista Roma a fines de 1967, una publicación que asumió la tarea de alertar a sus lectores sobre los nefastos frutos del Concilio Vaticano II y defender a la tradición católica contra las manipulaciones promovidas por la masonería infiltrada entre las filas del clero.

Otro de sus proyectos en el ámbito de la propaganda católica fue la creación de las editoriales Iction y Dictio. La primera estaba dedicada a publicar obras que contribuyesen a fortalecer el crecimiento espiritual, mientras que la segunda tenía por propósito difundir libros que preconizasen la imposición política del Reinado Social de Cristo.

Fue por su iniciativa que se consiguió la consagración de la Argentina al Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María el 30 de noviembre de 1969. Además lanzó una Campaña Nacional por el Rezo del Santo Rosario, mediante la cual repartió gratuitamente miles de rosarios a lo largo y ancho del territorio argentino, y contribuyó con la construcción de la Capilla "María Mediadora de todas las Gracias" y del Oratorio "Primacía y Realeza de Cristo y de María".

De corazón generoso, el empresario colaboró económicamente con la formación de seminaristas tradicionalistas y la manutención de sacerdotes que fuesen auténticos custodios de la fe. Fue presidente de la filial argentina de Una Voce, una organización internacional dedicada a difundir la misa tridentina.

De la FSSPX al Cónclave de Asís

En 1975, junto con miembros de la rama argentina de Tradición, Familia y Propiedad, Gorostiaga constituyó la Comisión de Defensa de la Fe de Siempre, a la cual se adhirieron organizaciones como la Agrupación Nacional de Familias Católicas y la Corporación Nacional de Profesionales Católicos, grupos como la Falange de la Fe, la Cruzada Tradicionalista Santo Tomás Moro, el Círculo San Atanasio, la Guardia de San Miguel y los Caballeros de María Reina, y personalidades como Olga Moreno, Álvaro Ramírez Arandigoyen, Ricardo Curutchet, y los sacerdotes Raúl Sánchez Abelenda y Hervé Le Lay.

Gorostiaga, en su rol de presidente de la coordinadora de católicos tradicionalistas, obró como anfitrión de Monseñor Marcel Lefebvre durante su recordada visita a la Argentina en 1977 en la que el prelado francés estuvo a punto de ser víctima de un atentado (el empresario llegó a ceder un galpón de la EACA para que el Arzobispo realizase una misa en la ciudad de Buenos Aires, pero la policía la prohibió, arguyendo que las leyes de la época impedían la realización de reuniones multitudinarias sin autorización expresa por parte de algún funcionario gubernamental). El vínculo entre el ingeniero y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X fue muy fuerte, llegando a colaborar en la erección del Seminario de Nuestra Señora Corredentora en la localidad bonaerense de La Reja.

Sin embargo Gorostiaga rompería con Lefebvre en 1985, decepcionado con el prelado francés por no adherir al sedevacantismo que él profesaba.

Sitiéndose obligado a acabar con la vacancia del trono de San Pedro, Gorostiaga financió la propuesta de Monseñor José López Gastón de organizar un cónclave papal en el año 1994 en la ciudad italiana de Asís. Al mismo asistieron muchos laicos y clérigos sedevacantistas. Allí se escogió como Papa al sacerdote sudafricano Victor von Pentz, quien asumió su pontificado con el nombre de Lino II (y que renunciaría al cargo en 2007).

Gorostiaga falleció en Buenos Aires en el año 2003, a los 80 años de edad.

Revista Roma

La revista Roma, que circuló entre 1967 y 1994, fue una publicación de gran interés para los católicos tradicionalistas de habla hispana. Entre las plumas que colaboraron con la redacción estuvieron las de los sacerdotes Alfonso de GalarretaAlberto Ignacio EzcurraMoisés CarmonaAntônio de Castro MayerAlberto García Vieyra, Jose Luis Torres-Pardo y Alfonso M. Buteler, las de los intelectuales Rafael GambraBuenaventura Caviglia Cámpora, Juan Antonio Widow, Tomás Tello, Juan Alfredo Casaubon y Wigand Siebel, la del científico Julio Garrido, la del empresario Federico Bracht, y la de los teólogos Homero Johas y Araí Daniele. Además la revista publicó numerosas páginas clásicas de la teología católica.

El director de Roma desde su creación fue el abogado Andrés de Asboth, un hombre perteneciente a la nobleza de Hungría en el exilio. Sin embargo, cuando en 1985 el ingeniero Gorostiaga se alejó de la FSSPX, de Asboth se mantuvo fiel a la organizacion lefebvrista, por lo que renunció a la dirección de Roma y creó Roma Aeterna, su propia publicación que editó hasta mediados de la década de 1990.

Bilbliografía

  • Naturaleza y fin de la empresa comunista. Buenos Aires: Iction, 1968.
  • Organización profesional corporativa. Buenos Aires: Roma, 1973.
  • La necesaria descentralización profesional y municipal. Buenos Aires: Roma, 1976.
  • Cristianismo o revolución: para una restauración cristiana de la patria. Buenos Aires: Iction, 1977.
  • La misa, la obediencia y el Concilio Vaticano II. Buenos Aires: Fundación, 1979.
  • Economía para la Argentina de hoy. Buenos Aires: Dictio, 1982.