Esta es una carta que San Alfonso María de Ligorio escribió a un joven que estaba haciendo discernimiento vocacional. Nos pareció oportuno compartirla con ustedes queridos lectores, dado que alguna vez en la vida nos hemos hecho esta pregunta: ¿Será que Dios me quiere cura, religioso o monja?.
Esta carta se titula: “Respuesta a un joven que pide consejo sobre el estado de vida que debe elegir”, creemos que es muy provechosa para aquellas almas que sienten el llamado de Dios, pero el mundo y sus vanidades, más la mezquindad y desconfianza en la Divina Providencia del llamado a la vida religiosa lo frena ante tan enorme Gracia.
Lo que sigue es la carta en cuestión.
“Leo en su carta, que desde hace tiempo se siente inspirado por Dios a hacerse religioso, pero que después le han venido a la mente muchas dudas y especialmente aquella de que sin hacerse religioso, también en el mundo podría santificarse. Respondo brevemente a su carta, porque si deseaba una respuesta más larga, podría leer un pequeño opúsculo que he publicado titulado “Avisos en relación a la vocación religiosa”, donde he tratado esta materia más extensamente. Digo, por lo tanto, aquí solo brevemente, que este punto de la elección es sumamente importante, porque de él depende la salvación eterna. Quien elige el estado al cual Dios lo llama, fácilmente se salvará; y quien no obedece a la divina vocación, difícilmente, aun será moralmente imposible que se salve. La mayor parte de quienes se han condenado, es por no haber correspondido a la llamada de Dios. Por lo tanto, para que usted pueda elegir aquel estado que le será más seguro para alcanzar la vida eterna, la cual, para nosotros lo es todo, considere que su alma es eterna, y lo único por lo cual Dios lo ha puesto en esta tierra ciertamente no ha sido para conseguir cosas y honores sobre esta tierra, y que de este modo siga una vida cómoda y fácil; sino que ha sido para que con las santas virtudes merezca la vida eterna: Finem vero vitam aeternam. En el día del juicio para nada le valdrá haber tenido una casa y haber hecho su figura en el mundo; solo le valdrá haber servido y amado a Jesucristo que le va a juzgar.
http://verdadcatolica.blogspot.com.ar/2015/02/la-vocacion-la-vida-consagrada.html
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