Reflexión

INDISPENSABLE REFLEXIÓN

Sobre el Sedevacantismo se ha dicho lo que se ha querido, muchos han opinado sobre esta posición teológica y canónica católica sin conocer en profundidad sus verdaderos orígenes y desarrollo, sus verdaderos protagonistas --eclesiásticos de la mayor relevancia jerárquica como intelectual--, sus verdaderos y graves fundamentos dogmáticos, su imperiosa razón de defender a los católicos de la grave apostasía y cisma en el que ahora viven y malviven. Paradójica y curiosamente sus máximos enemigos y detractores han sido aquellos que se dicen "defensores de la tradición católica", estos son los falsos tradicionalistas, todos ellos ex miembros de la FSSPX a la cual hoy día calumnian y difaman con un diabólico resentimiento; dirigidos por una élite infiltrada con psudosteólogos que inventaron laberínticas "tesis" rabínicas-dominicas-jesuíticas, y de una gran malicia al servicio del complot judeo-masónico, y secundados por la complicidad y servilismo de una mayoría de incautos que movidos siempre por la ingenuidad de una cómoda negligencia se alimentan de las "teologías" y de los "teólogos" del facebook o de los blog de la internet. Frente a todos estos paracaidístas devenidos en estos últimos meses al "sedevacantismo" los hay de muchos colores, entre ellos contamos a los desilucionados por el coqueteo de Jorge Bergoglio con los Protestantes, Judíos y Musulmanes, como si Ratzinger, Wojtila y Montini no lo hubiesen hecho antes, estos nuevos "sedevacantistas" creen que solo Bergoglio es hereje formal y material y por lo tanto no es papa, pero los muy incautos "ignorantes en la cuestión" aceptan la misa nueva y los sacramentos dados con el nuevo ritual inválido e ilegítimo de Paulo VI. Los Católicos fieles creemos firmemente que el último Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue S.S Pío XII y que de allí por defecto y consecuencia de la Grana Apostasía ha cesado la institución del cónclave y cualquier iniciativa al respecto, solo será una delirante intentona.

viernes, 9 de febrero de 2018

EL AGUA ES MATERIA FUNDAMENTAL PARA EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO (Fotos tomadas el pasado Sábado durante el bautismo de los niños: Jennifer y Jessica Ramirez y Stephanie Martinez)



“RESPONDIÓ JESÚS: EN VERDAD, EN VERDAD TE DIGO QUE QUIEN NO RENACIERE DEL AGUA Y DEL ESPÍRITU, NO PUEDE ENTRAR EN EL REINO DE LOS CIELOS” (San Juan 3, 5).


La Iglesia católica es la guardiana e intérprete de la Sagradas Escrituras. Ella sola ha recibido el poder y la autoridad para determinar infaliblemente el verdadero sentido de los textos sagrados.
Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, sesión 3, cap. 2 sobre la revelación, 1870: “… Nos, renovando el mismo decreto, declaramos que su mente es que en materias de fe y costumbres que atañen a la edificación de la doctrina cristiana, ha de tenerse por verdadero sentido de la Sagrada Escritura aquel que sostuvo y sostiene la santa madre Iglesia, a quien toca juzgar del verdadero sentido e interpretación de las Escrituras santas; y, por tanto, a nadie es lícito interpretar la misma Escritura Sagrada contra este sentido ni tampoco contra el sentir unánime de los Padres”[1].
Pero no toda Escritura es entendida por la Iglesia católica en el sentido literal. Por ejemplo, en S. Mateo 5, 29, nuestro Señor Jesucristo nos dice que si nuestro ojo nos escandaliza debemos arrancarlo, porque es mejor perder un miembro que todo nuestro cuerpo caiga en el infierno.
Pero las palabras Ntro. Señor aquí no son entendidas literalmente. Sus palabras están hablando figurativamente para describir una ocasión de pecado o algo en la vida que pueda escandalizarnos y ser un obstáculo para nuestra salvación. Tenemos que arrancarla y cortarla, dice Ntro. Señor, porque es mejor no tenerlas que perecer por completo en el infierno.

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