El pasado Jueves 25 de Agosto la Santa Iglesia conmemoró la Festividad de nuestro Santo Patrón Luis IX Rey de Francia, por tal motivo en la Capilla Virgen de Luján de nuestra Casa Religiosa se celebro una Misa cantada en honor de San luis, inmediatamente después de la Misa se compartió una sencilla cena con algunos fieles.
Aquí les compartimos una hermosa iterpretación en francés, pero con traducción, de un antiquísimo himno-marcha a este gran Rey justo y misericordioso que hizo grande y feliz a todos los franceses. Quiera San Luis seguirnos protegiendo e intercediendo por nuestra humilde Sociedad Religiosa.
PÍO XII Y LA FAMILIA CRISTIANA
ResponderEliminar(Discursos del Papa a los recién casados entre los años 1939 y 1943)
LA PRIMERA AUDIENCIA A LOS RECIEN CASADOS
26 de Abril de 1939
Y tenéis ciertamente que animaros, queridos esposos, pensando que el divino Autor del sacramento del matrimonio, Jesucristo Nuestro Señor, lo ha querido enriquecer con la abundancia de sus celestiales favores. El sacramento del matrimonio significa, como vosotros sabéis, la unión mística de Jesucristo con su esposa la Iglesia (en la cual y de la cual deben nacer los hijos adoptivos de Dios, herederos legítimos de las promesas divinas). Y de modo que Jesucristo enriqueció sus bodas místicas con la Iglesia, con las perlas preciosísimas de la gracia divina, se complace en enriquecer el sacramento del matrimonio de dones inefables.
Éstos son especialmente todas aquellas gracias necesarias y útiles a los esposos para conservar, acrecentar y perfeccionar cada vez más su santo amor recíproco, para observar la debida fidelidad conyugal, para educar sabiamente, con el ejemplo y con la vigilancia, a sus hijos y para llevar cristianamente las cargas que impone el nuevo estado de vida.
“Una iglesia acomodada al sentimiento” no incita a la virtud, sino al libertinaje.....así de fácil que ofrece también un Cielo fácil, ha ensanchado tanto este camino pedregoso y austero que hasta los viciosos podrían entrar por él al Reino, ya que un fin digno del hombre tiene que ser espiritual, es decir, verdad, belleza y bien.
ResponderEliminarAnte la clamorosa falta de auténticos líderes que sepan dirigir nuestro país, es importante recordar una figura digna de llevar tal responsabilidad y que pueda servir de inspiración para los verdaderos líderes que aún se omiten a cumplir con la vocación a la que están llamados a realizar.
ResponderEliminarSan Luis IX, Rey de Francia, que, tanto en tiempo de paz como durante la guerra para defensa de los cristianos, se distinguió por su fe activa, su justicia en el gobierno, el amor a los pobres y la paciencia en las situaciones adversas. Tuvo once hijos en su matrimonio, a los que educó de una manera inmejorable y piadosa, y gastó sus bienes, fuerzas y su misma vida en la adoración de la Cruz, la Corona y el sepulcro del Señor, hasta que, contagiado de peste, murió en el campamento de Túnez, en la costa de África del Norte (1270).
"Prefiero verte muerto, antes que en pecado mortal."
ResponderEliminarBlanca de Castilla
Madre de San Luis, rey
Blanca de Castilla (Palencia, 4 de marzo de 1188 - Melun, 1252). Infanta de Castilla y reina consorte de Francia por su matrimonio con el rey Luis VIII . Madre del rey Luis IX de Francia, santo.
SAN LUIS IX,
ResponderEliminarRey de Francia
n. 25 de abril de 1214 en Poissy, Francia;
† 25 de agosto de 1270 en Túnez, Algeria
Patrono de reyes y de la monarquía francesa; barberos y peluqueros; trabajadores de la construcción; cruzados; soldados; padres de familias numerosas; prisioneros; escultores; enfermos; terciarios. Protector contra la mortalidad infantil y las dificultades en el matrimonio.
Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.
(Mateo 22, 21)
San Luis, rey de Francia, fue dotado de todas las cualidades que hacen a los reyes grandes y a los santos ilustres. Nacido para gobernar a los hombres, fue un héroe en la paz y en la guerra. En toda su vida, según testimonio de su confesor, no cometió ni un solo pecado mortal. De ordinario llevaba un cilicio, y cuando se lo sacaba, daba cuarenta escudos de limosna. El viernes de cada semana ayunaba, se disciplinaba con cadenillas de hierro y servía a los pobres con sus propias manos. Dos veces salió de su reino a fin de conquistar Tierra Santa, y en esas expediciones mostró tanta piedad como coraje. Murió en 1270, en África, a la edad de 55 años.
MEDITACIÓN
SOBRE SAN LUIS, EL REY CRISTIANÍSIMO
I. San Luis fue verdaderamente rey, pues supo mandar a sus pasiones, sujetar su cuerpo a la razón, y su razón a Dios. Ayunar, llevar cilicio, vivir en medio de la corte una vida tan santa como la de un cenobita, ¿no es acaso ser dueño de sí mismo? Mira a este santo, mira si lo imitas, si tus pasiones están tan sometidas como las de él a la razón. ¿Qué hay más real que un alma sometida a Dios y dueña de su cuerpo? (San León).
II. San Luis fue el padre de su pueblo. A todo el mundo amaba, hasta a sus enemigos; no podía tolerar a los detractores; él mismo juzgaba en los procesos de los pobres, nada tomaba más a pecho que el trabajar en la salvación de sus súbditos. Agradece a Dios, si te ha dado superiores semejantes a este santo rey. Si tú mismo eres superior, acuérdate que debes ser el padre de tus inferiores. ¿Cómo ejerces la caridad con tu prójimo?
III. Es preciso ser servidor de Dios para ser buen rey. La piedad de San Luis, la honra que tributaba a las santas reliquias, el celo que lo inflamaba por la conversión de los bárbaros, la generosidad cristiana y heroica que puso de manifiesto combatiendo contra los enemigos de Jesucristo, muestran que olvidaba su título de rey para no acordarse sino del de servidor de Dios. Príncipes de la tierra, si no servís a Dios, ¿qué provecho obtendréis en la otra vida de haber aquí empuñado el cetro? La muerte os arrebatará todas vuestras dignidades: la sola gloria que sobrevive a la tumba es la de haber servido bien al Señor. Servir a Dios es reinar.
ORACIÓN
Oh Dios, que hicisteis pasar al rey San Luis de un reino temporal a la gloria del reino eterno, haced, os lo suplicamos, que, por sus méritos y su intercesión, participemos un día con él de la gloría del Rey de reyes, vuestro Hijo Jesucristo, que vive y reina con Vos en unidad con el Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos.
Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J.,Tomo III; Patron Saints Index.