Claro ejemplo de que los trapos no hacen la ortodoxia Católica |
Nota importante del Blog: después de pensar por algún tiempo, hemos decidido publicar el siguiente artículo del P. Bea sobre la nueva traducción del Salterio. Decimos que nos hemos decidido porque no se nos oculta ni la resistencia que la misma ha tenido y tiene aún hoy en ciertos ámbitos, como así tampoco el hecho de cuán nefasto terminó siendo Bea, cuya vera máscara pudo apreciarse allá por los ´60. Sin embargo, ni lo uno ni lo otro nos parecen razones suficientes para no publicar el artículo en cuestión y esto por varios motivos. En lo que respecta al autor nada tenemos que decir excepto dos cosas: por un lado que Bea no fue el único traductor sino que a su lado estaban otros cinco grandes escrituristas (Vaccari, Zorell, Merk (a la sazón confesor de Pío XII), Semkowski y Kobert) y por otro lado, aunque hubiera sido el único, no debemos mirar quién lo dice sino lo-que dice. En cuanto a las críticas que hemos leído y/o escuchado al respecto ninguna ataca la traducción en sí sino otros aspectos completamente ajenos a la misma, con lo cual creemos del todo inútil discutir esos puntos. Sólo estaremos dispuestos a discutir, caso que alguien quisiera hacerlo, o la oportunidad/necesidad de la traducción o la traducción en sí misma.
Además, no es preciso ser un traductor para saber cuán imperfecta es una traducción de una traducción, como es el caso de los Salmos de la Vulgata, que dependen de los LXX. Creemos que con esta medida, que seguramente hubiera sido introducida poco a poco en el resto de la liturgia (como de hecho comenzó a hacerse) el gran Pío XII realizó uno de los actos más importantes no sólo de su pontificado sino, audemus dicere, de los últimos siglos de la Iglesia, en lo que respecta a la Liturgia y a las SSEE.
Podríamos transcribir, sea otros artículos del mismo Bea donde desarrolla varios de los puntos tratados aquí, sea artículos de otros autores en defensa del Nuevo Salterio pero nos parece que con esto será suficiente.
No queremos cerrar esta larga nota sin antes hacer mención de otro argumento en pro desta traducción directa del original y es que, siguiendo a grandes exégetas como Lacunza y CaballeroSánchez, creemos que muchos (si es que no son todos) los Salmos tienen un viso profético y que se refieren ora a la última Semana escatológica, ora al Milenio mismo. Con esto en mente, es fácil comprobar cuán importante es para el exégeta Católico una traducción lo más fielmente posible al original hebreo.
Ese cardenal era judío infiltrado y es por eso que cambió los salmos y de esa manera destruyó el coro del Oficio Divino
ResponderEliminarY que tiene que ver eso? Lea el artçiculo
ResponderEliminarPara que leer a los demoledores. mejor confiar que el oficio traducido antes de que lo cambiaran era realmente inspirado y punto. A Bea sencillamente no le creo nada.
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