Hoy 12 de Marzo recordamos la coronación en 1939 de nuestro Santo Padre el Papa Pío XII de feliz y glorioso recuerdos que reinó hasta Noviembre de 1958.
Lo recordamos como al último Papa de la Santa Iglesia, ya que después la Silla Apostólica fue usurpada por impostores, masones y herejes prosionistas, al servicio del Anticristo.
Today March 12 we remember the coronation in 1939 of our Holy Father Pope Pius XII happy and glorious memories that reigned until November 1958.
We remember him as to the last Pope of the Holy Church.
Pío XII profetizó sobre la Gran Apostasía de la Iglesia Romana:
ResponderEliminar«Siento en mi entorno a los innovadores que quieren desmantelar el Sacro Santuario, destruir la llama universal de la Iglesia, rechazar sus ornamentos, ¡Hacerla sentir remordimiento de su pasado heroico! Bien, mi querido amigo, estoy convencido que la Iglesia de Pedro tiene que hacerse cargo de su pasado, o ella cavará su propia tumba (…) Llegará un día en que el mundo civilizado renegará de su Dios, en el que la Iglesia dude como dudó Pedro. Será tentada de creer que el hombre se ha convertido en Dios, que Su Hijo es meramente un símbolo, una filosofía como tantas otras, y en las iglesias, los cristianos buscarán en vano la lámpara roja donde Dios los espera, como la pecadora que gritó ante la tumba vacía: ¿dónde lo han puesto?».
(“Pius XII devant l’histoire”, por Mons. Georges Roche)
¡Cuantas cosas dijo S.S. Pio XII, en un párrafo de apenas diez renglones!
Se sabía rodeado de modernistas.
Previó nitidamente que pronto llegaría el momento en que la Iglesia pediría PERDÓN a los judios, a los protestantes… al mundo entero, traicionando su legado sagrado.
Tenía en claro que existe la posibilidad REAL de que la misma Iglesia se AUTODESTRUYA cavando su propia fosa.
Ve la apostasía y también la pérdida de la Fe EN la Iglesia.
Predice la llegada de la actual Antropolatría, hija de la “inmanencia vital” o “vitalismo cristiano”.
Consecuencia de lo anterior… el despojo de todo sentido SACRO y una especial referencia a la FALTA del SANTÍSIMO.
¿DONDE LE HAN PUESTO? Es el reclamo, el grito de los verdaderos fieles que se sostienen SOLO por lo Fe en lo que es sin dudas un verdadero páramo religioso.
Pío XII fue el Papa número 260 y fue la cabeza visible de la Iglesia católica desde el 2 de marzo de 1939 y hasta su muerte en 1958. Benedicto XVI lo declaró Venerable el 19 de diciembre de 2009. Su papel en la Segunda Guerra Mundial ha levantado algunas controversias sobre su figura.
ResponderEliminarEl 1º de Noviembre de 1950, mediante la Constitución Apostólica Munificentissimus Deus, y luego de consultar a todos los obispos del orbe, el siervo de Dios, Papa Pío XII, proclamó solemnemente ser Verdad de Fe la Asunción de la Santísima Virgen María. Así describió aquella imponente ceremonia el padre Antonio Royo Marín O.P.:
ResponderEliminar"El inmortal pontífice Pío XII, el día 1 de noviembre de 1950, en el atrio exterior de la Basílica Vaticana, rodeado de 36 cardenales, 555 patriarcas, arzobispos y obispos, de gran número de dignatarios eclesiásticos, y de una muchedumbre enardecida de entusiasmo que no bajaba del millón de personas, definió solemnemente con su suprema autoridad apostólica el dogma de la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo".
Una vez que el Pontífice terminó de pronunciar las solemnes palabras de la definición, "Un rugido de entusiasmo se levantó de la enorme muchedumbre al oír las palabras del Papa, temblorosas de infalibilidad. Las campanas de toda la cristiandad fueron lanzadas al vuelo en señal de júbilo. Y los miles de millones de espectadores que presenciaron en las cinco partes del mundo la emocionada proclamación dogmática a través de la televisión o la oyeron a través de todas las emisoras de radio del mundo católico, unieron su emoción y su alegría al delirante entusiasmo que invadió el ánimo de los que tuvieron la suerte de presenciar aquella inolvidable escena en la plaza de San Pedro, o en la prolongada via della Conciliazione, que a ella desemboca desde el Tíber y el castillo de Santángelo. Las religiosas se ofrecieron a copiar la bula pontificia con letra artística y a encuadernar el texto en magníficos adornos para que el Papa leyese la fórmula dogmática. Técnicos romanos habían construido un micrófono precioso para que a través de él la voz infalible del Vicario de Cristo anunciase al mundo el dogma. Fue, en fin, una jornada de indescriptible emoción y de gozo intensísimo para todo el mundo católico".