Roguemos por los vivos y por los fieles difuntos*:
Bendecid, OH SEÑOR, a mis padres, familiares, amigos y enemigos; proteged a todos lo que me habéis dado por Superiores, tanto espirituales como temporales. Socorred a los pobres, a los afligidos, a los presos, a los viajeros, a los enfermos, a los agonizantes y a los que van a morir sin agonía. Convertir a los herejes y cismáticos, iluminad a los infieles, venced la contumacia y perfidia de los judíos.
Dios de bondad y misericordia, tened piedad de las almas de los fieles que están en el Purgatorio, especialmente de aquellas por las que estoy más obligado a rogar. Dadles el reposo y luz eterna. Amén.
Hermosa y muy cristiana oración, me gusto mucho
ResponderEliminarAntigua oración, muy bella y completa.Hacia tiempo q no la rezaba ni la veia en ninguna publicación.
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