Nuestra religión tiene sobre todas las otras la característica ésta: descubre y eleva ese tesoro que es nuestra alma. El cristianismo descubre y eleva ese tesoro que es nuestra alma. Descubre esa gran cautiva que llevamos dentro y conocemos tan poco. Esa maravilla creada por Dios a la que le dio su propia característica: el ser inmortal.
Si vemos el mundo tan desolado es porque falta en él la inteligencia y la voluntad que son como el eje del mundo. Todo parece desordenado y sin sentido cuando no está regulado por ellas.
El hombre es rey, soberano de todo lo creado. Nada debe pedir a las criaturas que, precisamente, están esperando que él justifique su existencia, elevándolas a Dios. El hombre es inmortal y las cosas que pasan no pueden ofrecerle más que muerte. Cuando surge el alma bañada por la Sangre del Cordero, límpida, pura, recobrada su virginidad, Dios la eleva y la corona con la adopción de hijo. Entonces puede erguir su cabeza y colocarse entre los coros de los ángeles. ¡Es tan bella el alma redimida! Jesús decía a Santa Teresa: “¡Es tan bella tu alma, que si no hubiera Cielo, lo crearía para ti”. Y no titubeó en hundirse en las afrentas más terribles con tal de rescatar esta cautiva, la única en el universo que puede ofrecerle un lugar de reposo.
Decía en otro comentario que no salió o bien no se grabó que el Padre Petit de Murat inmediatamente después de concluida las secciones del Vaticano Segundo, pide un permiso especial al provincial de los dominicos y junto a dos o tres frailes ya ancianos se retiran a vivir en una pequeña comunidad dominica de observancia de la regla primitiva, no se si esto resultó o si se abortó al nacer nomas, creo que entre ellos estaba fray Garcia Vieira y un tal fray Días.
ResponderEliminarAlejandra Francesca, su comentario anterior no salio en nuestra casilla; lo que usted comenta ya lo había escuchado antes, creo que ellos estaban en el convento que los dominicos tienen en Tucumán y que se habían ido para el lado de la Rioja, pero no sabemos mas que eso.
ResponderEliminarDel Padre Mario Jose Petit de Murat se puede leer y rescatar muchos trabajos, escritos, ensayos y opúsculos muy interesantes, aquí les dejamos algunos para aquellos que estén interesados en la buena lectura:
ResponderEliminarPetit de Murat – El amanecer de los niños
Petit de Murat – Camino de la Cruz
Petit de Murat – Carta-a-un-Trapense
Petit de Murat – Carta abierta a un adultero
Petit de Murat – Conversaciones sobre el evangelio
Petit de Murat – El buen amor
Petit de Murat – El humanismo puro en la musica de Mozart
Petit de Murat – El ulitmo progreso de los tiempos modernos – La palabra violada
Petit de Murat – Jesus, el Cristo
Petit de Murat – La Pasion Corporal de Jesus
Petit de Murat – Maria-Huerto-Cerrado
Petit de Murat – Una Sabiduria de Los Tiempos
La_simplicidad_en_la_unión_con_Dios