Sobre el Autor: Hugo Reinaldo Abete, ex Mayor del Ejército Argentino, nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 30 de junio de 1949.
Mientras estuvo en actividad, como oficial subalterno se desempeñó en destinos y cargos de prestigio y obtuvo las aptitudes especiales de Comando, paracaidista y Montañés. Esta última fue la que más lo atrapó y en la que más se capacitó alcanzando los títulos de instructor de esquí y andinismo, que le posibilitaron desempeñarse como jefe de cursos en la Escuela Militar de Montaña en San Carlos de Bariloche.
Se confiesa como un apasionado de las actividades de montaña, a punto tal que una de las primeras tareas que realizó una vez recuperada la libertad fue hacer cumbre, junto con sus dos hijos varones, en el volcán Lanín (3776 metros), provincia de Neuquén, en enero de 2005. Con el grado de capitán cursó la Escuela Superior de Guerra y se graduó como Oficial de Estado Mayor.
Su último destino con mando de tropa y con el grado de mayor fue como segundo jefe del Regimiento 26 de Infantería de Montaña en Junín de los Andes, provincia de Neuquén, donde lo sorprendieron los dos primeros pronunciamientos militares conocidos como “carapintadas”. En Semana Santa de 1987 se negó a reprimir a los camaradas que estaban en la Escuela de Infantería y provocó, con su actitud, que otros jefes de unidades de su Brigada adoptaran idéntico proceder.
Posteriormente, en enero de 1988, durante los sucesos de Monte Caseros, fue relevado como segundo jefe de regimiento por, nuevamente, adherir al sector rebelde. De ahí en más, ya destinado en Buenos Aires, fue creciendo su grado de protagonismo en los restantes pronunciamientos militares.
En la Ciudad de Mendoza durante el acto de presentación del Libro. |
Por el de Villa Martelli, ocurrido en diciembre de 1988, estuvo preso en un cuartel de Campo de Mayo hasta fines de marzo de 1989 y luego en su domicilio hasta el indulto presidencial de fines de octubre del mismo año. Por el último de los pronunciamientos, el del 3 de diciembre de 1990 y condenado a 18 años de reclusión, cumplió 9 de prisión efectiva y 3 con régimen de semilibertad.
Cuando ya gozaba de la libertad condicional, fue indultado en mayo de 2003 por el presidente Eduardo Duhalde. Ya en libertad, se dedicó a trabajar en el ámbito privado familiar y también a continuar la lucha iniciada en 1987 mediante escritos referidos a los pilares que dieron sustento a la lucha “carapintada”: la guerra contra la subversión, Malvinas y la indefensión nacional.
Estando en prisión escribió cinco libros entre 1992 y 2003 y dos más estando ya en libertad, uno en el 2007 y el último en el 2015. Personalmente, se define como un soldado de Dios y la Patria y reconoce que su mayor aporte como Oficial Jefe del Ejército Argentino, sin dudas ha sido el testimonio que brindó en la lucha “carapintada”, en defensa de los valores y principios sanmartinianos.