Reflexión

INDISPENSABLE REFLEXIÓN

Sobre el Sedevacantismo se ha dicho lo que se ha querido, muchos han opinado sobre esta posición teológica y canónica católica sin conocer en profundidad sus verdaderos orígenes y desarrollo, sus verdaderos protagonistas --eclesiásticos de la mayor relevancia jerárquica como intelectual--, sus verdaderos y graves fundamentos dogmáticos, su imperiosa razón de defender a los católicos de la grave apostasía y cisma en el que ahora viven y malviven. Paradójica y curiosamente sus máximos enemigos y detractores han sido aquellos que se dicen "defensores de la tradición católica", estos son los falsos tradicionalistas, todos ellos ex miembros de la FSSPX a la cual hoy día calumnian y difaman con un diabólico resentimiento; dirigidos por una élite infiltrada con psudosteólogos que inventaron laberínticas "tesis" rabínicas-dominicas-jesuíticas, y de una gran malicia al servicio del complot judeo-masónico, y secundados por la complicidad y servilismo de una mayoría de incautos que movidos siempre por la ingenuidad de una cómoda negligencia se alimentan de las "teologías" y de los "teólogos" del facebook o de los blog de la internet. Frente a todos estos paracaidístas devenidos en estos últimos meses al "sedevacantismo" los hay de muchos colores, entre ellos contamos a los desilucionados por el coqueteo de Jorge Bergoglio con los Protestantes, Judíos y Musulmanes, como si Ratzinger, Wojtila y Montini no lo hubiesen hecho antes, estos nuevos "sedevacantistas" creen que solo Bergoglio es hereje formal y material y por lo tanto no es papa, pero los muy incautos "ignorantes en la cuestión" aceptan la misa nueva y los sacramentos dados con el nuevo ritual inválido e ilegítimo de Paulo VI. Los Católicos fieles creemos firmemente que el último Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue S.S Pío XII y que de allí por defecto y consecuencia de la Grana Apostasía ha cesado la institución del cónclave y cualquier iniciativa al respecto, solo será una delirante intentona.

viernes, 25 de diciembre de 2020

MENSAJE DE NAVIDAD DE LA SOCIEDAD RELIGIOSA SAN LUIS REY DE FRANCIA 2020


"CRISTO HA NACIDO PARA NOSOTROS; VENID ADORÉMOSLE"

Queridos fieles, lectores y visitantes en Jesús, José y María: esta invitación que hoy nos hace la Santa Madre Iglesia, debe hacer eco en nuestras almas
El Hijo de Dios, se hizo Hijo del Hombre, para que el hombre pudiera ser hijo de Dios. Desde toda la eternidad Dios ha planeado ser uno como nosotros y elevar nuestro estatus, para de esta manera llegar a ser uno con Dios.
Antes de su nacimiento, el mundo se encontraba en una gran espera y anticipación, toda vez que el Cielo, se encontraba cerrado. Los profetas mantenían viva la esperanza, de la venida del Salvador.
Trágicamente la gente no estaba preparada, para reconocerlo y aceptarlo, cuando Él viniera. “Vino a los suyos y los suyos no lo reconocieron” pero quienes sí, lo recibieron, merecieron ser llamados hijos de Dios. El día de hoy sabemos que Cristo ha venido del Cielo y ha regresado al Cielo. De igual forma sabemos que Dios no nos ha abandonado completamente. Nos ha prometido estar con nosotros hasta la consumación de los tiempos. Es verdad que Dios está en todas partes, y por lo tanto no podemos escapar de Su presencia. Sabemos que hay una presencia más palpable, en la Sagrada Eucaristía.
Jesucristo permanece con nosotros en la verdadera Iglesia, sobre el altar, donde se oficia el verdadero Sacrificio de la Misa. De esta manera ha hecho posible, para todos nosotros cumplir Su mandato: A menos que coman la carne del Hijo del hombre… no tendrán vida en ustedes.
La humilde presencia de Dios en la tierra, en forma de creatura, continúa ahora, de una manera más humilde que antes. En las humilde forma del pan y del vino. Este es el resultado de hasta donde lo ha llevado, el amor de Dios, por nosotros. Ahora bien, lo que necesitamos considerar es, ¿qué tanto estamos dispuestos hacer para seguirlo y encontrarnos con Él? No sólo creemos en Él, sino que hemos de cumplir su Palabra. 
¡Oh Rey y deseado de las naciones, Piedra angular... que unes los pueblos!
Hasta que Cristo vino a la tierra, solo el pueblo judío reconocía al verdadero Dios. En su espantosa miseria, las naciones infieles volvían los ojos hacia la verdad, mirando a la mesiánica Judea. "Del oriente vendrá la salvación", se decía y se repetía a manera de proverbio. En Efecto, EL Oriente nos trajo la salvación. El Señor no vino solo para la Judea; vino para unir judíos y gentiles, vino a unir al Pueblo elegido con los gentiles, porque la salvación que trae el Niño de Belén es para todos aquellos que lo reciben y lo aceptan y se hacen bautizar en la Fe del Padre Eterno, del Hijo Redentor y del Espíritu Santo consolador. Vino para unirlos en un solo pueblo Teocrático, y para afirmar su reinado sobre el mundo entero, y así el hombre puede llegarse confiadamente a su Rey, Señor y Salvador.
Hoy podemos decir que el Señor Jesús abandona su Trono de Luz, inaccesible a la humana criatura, trocándolo por un trono de humildad amor como lo es el pesebre, es por eso que os invitamos a acercarnos en este santo día al trono de Belén a ofrecer nuestros respetos y adoración al gran Misterio del Dios hecho hombre, para que el hombre se divinice en Cristo Jesús.
Acompañemos a la Virgen Madre, Ella que no quita sus ojos del Divino infante y al Bueno de San José que está atento a todo para custodiar al Niño recién nacido.
A todos nuestros Bienhechores, Fieles y Amigos les deseamos una Santa y Feliz Navidad.
















1 comentario:

  1. L Alejandro Recio5 de enero de 2021, 15:01

    FORMACIÓN PARA LA ACCIÓN.
    El pecado de la tibieza ataca nuestra vida interior, haciéndonos caer en la mediocridad y en la debilidad. Es un pecado muy grave con efectos nocivos para la vida interior. Tiene el antídoto de la virtud de la fortaleza.
    Paralelamente, el pacifismo, suele ser el pecado que ataca a las sociedades, volviéndolas complacientes con el error y con el vicio. Es la búsqueda insensata de la paz, pero sin justicia ni amor por la Verdad. También este mal debe tener un antídoto. El heroísmo.
    La Historia Universal nos presenta grandes arquetipos de hombres fuertes y de patrias heroicas, que han sabido responder con valentía cada vez que han tenido que defender la Cruz. En estos tiempos difíciles que nos toca vivir, -tal vez, no lo sabemos, tiempos terminales- hemos de volver la mirada hacia esos modelos de santidad y de heroísmo, para tratar de imitar sus gestos y sus gestas.

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