Como todos los años en la primera quincena del mes de Enero nos movilizamos hasta el sur cordobés, más exactamente a la Ciudad de Laboulaye de dónde el P. Mauricio María es oriundo, allí vive parte de sus familiares. Ayer Domingo 10 de Enero la Sta. Iglesia conmemoro la festividad de la Sagrada Familia de Nazareth integrada por San José, la Virgen María y el Niño Jesús.
Llegados a Laboulaye, se organizó todo para dar comienzo al rezo de la Misa la cual fue acompañada por los cánticos religiosos ejecutados en órgano por el P. Gustavo Peña, la Misa fue ofrecida por el eterno descanso de Gisel Cuello en el XIV aniversario de su fallecimiento-hija del Matrimonio anfitrión- y por diversas intenciones de los asistentes a la ceremonia religiosa, que este año no fue muy concurrida por motivo de las restricciones municipales decretadas para evitar el contagio del Covid 19.
Durante el sermón a manera de reflexión dominical el celebrante hizo hincapié sobre la importancia que hemos de meditar siempre sobre las enseñanzas que la casita de Nazareth que es una escuela de virtudes y ejemplos, en particular y sobretodo en estos tiempos en que los enemigos de Dios y de la Patria se les está yendo la vida para destruirla y hacer desaparecer, si pudiesen, de la faz de la tierra tan sagrada institución. Dejó bien en claro que la la Familia es de institución divina y que no fue un invento de los Papas o de los curas, por lo tanto hemos de luchar para tratar de estar dispuestos a defenderla siempre ante los ataques de los impíos y de las maquinarias masónicas. También rescató cinco virtudes que las Familias cristianas deben tratar por todos los medios de cultivar y adquirir, y estas son: Caridad, Obediencia, Respeto, Oración y Abnegación, que son las claves infalibles para llegar a tener una familia feliz y tranquila hasta llegar a la Patria Eterna.
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