Con gran alegría hemos recibido el pasado Martes 5 de Julio la invitación para participar del recibimiento de las reliquias de Santa Margarita María Alacoque venidas desde Francia, fue realmente una gracia que que hayan venido a la Argentina y en particular a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en la localidad de Teodelina en la Provincia de Santa Fe, pero más inmensa fue esa gracia que el Padre Gustavo y el religioso Juan José pudiesen cargar con el pesado relicario de bronce e ingresarlo a dicha iglesia para la veneración de los fieles y participantes allí congregados.
¿Quién fue Santa Margarita María Alacoque?
Nació el 22 de julio de 1647 en la pequeña aldea francesa de Hautecour, perteneciente al territorio de Verosvres, pequeña ciudad cercana a Paray-le-Monial. Recibió el bautismo el 25 de julio. Era la quinta hija de 7 hermanos. Sus padres fueron Claude Alacoque y Philiberte Lamyn.
Después de fallecer su padre, en diciembre de 1655, fue internada en el pensionado de las religiosas clarisas. Desde entonces empezó a vivir una vida de sufrimiento que supo encauzar hacia Dios: “Sufriendo entiendo mejor a Aquél que ha sufrido por nosotros”, decía.
Tuvo una enfermedad que la inmovilizó durante cuatro años en los que estuvo en cama y de la que se curó milagrosamente por intercesión de la Virgen María: “La Santísima Virgen tuvo siempre grandísimo cuidado de mí; yo recurría a Ella en todas mis necesidades y me salvaba de grandísimos peligros...”
Después de muchas dificultades para convencer a sus parientes de su convicción a formar parte de la famosa Orden de las Visitandinas, por fin logró Margarita lo que tanto deseaba, entrar en el monasterio de la Visitación de Paray-le-Monial el 20 de junio de 1671.
El 27 de diciembre de 1673, en la festividad de san Juan Evangelista, sor Margarita María, que tenía 25 años, estaba en adoración ante el Santísimo Sacramento. En ese momento tuvo la primera de sus visiones de Jesucristo, que se repetirían durante dos años más, todos los primeros viernes de mes.
Primer diseño del Sagrado Corazón de Jesús.
En 1675, durante la octava del Corpus Christi, Jesús se le manifestó con el corazón abierto, y señalando con la mano su corazón, exclamó:
“He aquí el corazón que ha amado tanto a los hombres, que no se ha ahorrado nada, hasta extinguirse y consumarse para demostrarles su amor. Y en reconocimiento no recibo de la mayoría sino ingratitud.”
"Mi Divino Corazón, está tan apasionado de Amor a los hombres, en particular hacia ti, que, no pudiendo contener en él las llamas de su ardiente caridad, es menester que las derrame valiéndose de ti y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy descubriendo los cuales contienen las gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del abismo de perdición. Te he elegido como un abismo de indignidad y de ignorancia, a fin de que sea todo obra mía"
Según el testimonio de Margarita, el mencionado Corazón estaba rodeado de llamas, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y del interior emergía una cruz.
Que gran gracia padres han tenido de poder venerar y transportar esas sagradas reliquias, se ve que han hecho poca propaganda ya que recien hoy me enteré que estuvieron también aqui en Rosario y nadie dijo nada, como siempre, las buenas noticias no se publican o bien llegan tarde.
ResponderEliminarFelicitaciones padre y que bien que participen de estos acontecimientos religiosos como comunidad. Que Santa Margarita María les proteja y siga bendiciendo vuestro apostolado
ResponderEliminarLOS PRIMEROS VIERNES DE MES
ResponderEliminarconsiste en una tradicional devoción hacia el Sacratísimo Corazón de Jesús,
que Éste mismo pidiera a Santa Margarita María, religiosa salesa,
el 16 de Junio de 1675, en el Monasterio de la Visitación de Paray-le-Monial, Francia. En España, el Padre Bernardo de Hoyos, desde 1735,
fue el principal impulsor de esta práctica de la
Comunión de los Primeros Viernes
Condiciones para ganar esta gracia
1. Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción (sin estar en pecado mortal). Se recomiendo acercarse a la Confesión, a fin de estar en total estado de gracia, y todo ello, siempre con la piadosa intención de reparar los ultrajes de desamor hacia el Sagrado Corazón de Jesús.
2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús; hacerlo especialmente por aquellos que debieran hacerlo y no lo hacen. Pedir a Jesús la gracia de alcanzar la perseverancia final.
3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento del Altar; por eso, al terminar la Santa Misa, o ya recogido en tu casa, procurare situarte como si estuvieras ante el Sagrario y acompaña a Jesús en la soledad del Tabernáculo.
Fíjate bien en esta Promesa, consoladoras palabras salidas de los labios de Nuestro Señor y que un día bendito, fueron confiadas a Santa Margarita María de Alacoque, la Apóstol del Sagrado Corazón de Jesús. Nos promete el Señor la gracia de la perseverancia final, que es sinónimo de la SALVACIÓN ETERNA.
¡Cuánto nos ama el Sagrado Corazón! A pesar de nuestros pecados y negativas de entregarnos a Él, porque muchas veces preferimos -como locos- las miserias de este mundo, nos da muestras de Su Amor y nos tiende la mano para darnos aliento en un mundo que cada vez anda más desorientado.
Nos pide tan poco y le damos... ¡NADA! ¿Con qué derecho nos quejamos?. Qué desfachatez la nuestra que apenas le damos unas migajas del tiempo libre, cuando TODO lo deberíamos hacer pensando en darle gloria, buscando en todo momento agradarle.
¿Será acaso tan pesado para ti, acercarte al confesonario para limpiar tu alma y luego ir a recibirlo en la Sagrada Comunión?. Con este sencillo gesto, realizado NUEVE PRIMEROS VIERNES de mes -o mejor, cada primer viernes durante todo el año- estaremos seguros de ser merecedores de tan importante Promesa.
Sencilla práctica, pero con inestimables consecuencias para el alma. No desoigas más la voz de Aquél que te busca sin descanso. Sé un buen devoto del Sagrado Corazón, y comparte este artículo, para que otras almas se arrimen al que, como decía Santa Margarita, "es el Trono de las Misericordias, donde los más pecadores son los mejor recibidos".
FIESTA DEL CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS
ResponderEliminar"El Señor nos llama para honrar Su Vida de gracia en el Santísimo Sacramento.
Aquí nos da Jesús todo cuanto tiene, sin reservarse nada, para poseer nuestros corazones y enriquecernos de Él mismo. Para esto hemos de huir de todo lo que podría hacernos perder esta vida de gracia, ofreciéndonos a Él como un esclavo ante su libertador, no reservándonos más libertad que la de amarle, despreciando todo lo restante. Tengamos cuidado de ofrecer cinco actos siempre que vayamos ante el Santísimo Sacramento"
Santa Margarita María de Alacoque
El 9 de Noviembre de 1921, el Papa Benedicto XV instituyó la Fiesta del Corazón Eucarístico de Jesús, para que se celebrara el Jueves dentro de la Octava del Sagrado Corazón con una Misa y un Oficio propios.
"La razón particular y el objeto de esta Fiesta, que tiene su Oficio y Misa propios, es conmemorar el amor de Nuestro Señor Jesucristo en el Sacramento de la Eucaristía. Quiere la Iglesia por este medio excitar más y más a los fieles a que se acerquen confiados a este santísimo Misterio, y que los corazones ardan cada día más y más en las llamas de divina caridad que abrasaban al Sagrado Corazón de Jesús, cuando, por Su infinito Amor, instituyó la Santísima Eucaristía, en que ese mismo Divino Corazón los guarda y los ama, viviendo y morando con ellos, como ellos viven y moran en Él. Porque en este Sacramento de la Divina Eucaristía, Jesús se ofrece y se da a nosotros como Víctima, y compañero, y alimento y viático, y prenda de la gloria futura".