Reflexión

INDISPENSABLE REFLEXIÓN

Sobre el Sedevacantismo se ha dicho lo que se ha querido, muchos han opinado sobre esta posición teológica y canónica católica sin conocer en profundidad sus verdaderos orígenes y desarrollo, sus verdaderos protagonistas --eclesiásticos de la mayor relevancia jerárquica como intelectual--, sus verdaderos y graves fundamentos dogmáticos, su imperiosa razón de defender a los católicos de la grave apostasía y cisma en el que ahora viven y malviven. Paradójica y curiosamente sus máximos enemigos y detractores han sido aquellos que se dicen "defensores de la tradición católica", estos son los falsos tradicionalistas, todos ellos ex miembros de la FSSPX a la cual hoy día calumnian y difaman con un diabólico resentimiento; dirigidos por una élite infiltrada con psudosteólogos que inventaron laberínticas "tesis" rabínicas-dominicas-jesuíticas, y de una gran malicia al servicio del complot judeo-masónico, y secundados por la complicidad y servilismo de una mayoría de incautos que movidos siempre por la ingenuidad de una cómoda negligencia se alimentan de las "teologías" y de los "teólogos" del facebook o de los blog de la internet. Frente a todos estos paracaidístas devenidos en estos últimos meses al "sedevacantismo" los hay de muchos colores, entre ellos contamos a los desilucionados por el coqueteo de Jorge Bergoglio con los Protestantes, Judíos y Musulmanes, como si Ratzinger, Wojtila y Montini no lo hubiesen hecho antes, estos nuevos "sedevacantistas" creen que solo Bergoglio es hereje formal y material y por lo tanto no es papa, pero los muy incautos "ignorantes en la cuestión" aceptan la misa nueva y los sacramentos dados con el nuevo ritual inválido e ilegítimo de Paulo VI. Los Católicos fieles creemos firmemente que el último Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue S.S Pío XII y que de allí por defecto y consecuencia de la Grana Apostasía ha cesado la institución del cónclave y cualquier iniciativa al respecto, solo será una delirante intentona.

sábado, 15 de marzo de 2025

SOBRE EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA DURANTE EL TIEMPO CUARESMAL

 

Llamamos "ayuno" a la privación voluntaria de comida durante algún tiempo por motivo religioso, como acto de culto ante Dios.
En la Biblia el ayuno puede ser señal de penitencia, expiación de los pecados, oración intensa o voluntad firme de conseguir algo. Otras veces, como en los cuarenta días de Moisés en el monte o de Elías en el desierto o de Jesús antes de empezar su misión, subraya la preparación intensa para un acontecimiento importante.
El ayuno es símbolo y expresión de una renuncia a todo aquello que nos impide realizar en nosotros el proyecto de Dios.
Junto con el desierto y la oración, el ayuno parece ser una de las mediaciones privilegiadas de todo tiempo penitencial, de revisión de vida y de búsqueda sincera de Dios. Sin embargo, los profetas Joel e Isaías nos indican el verdadero sentido de esta antigua práctica penitencial:
"Vuelvan a mí de todo corazón, con ayunos, llantos y lamentos. Desgarren su corazón y no sus vestiduras, y vuelvan al Señor, su Dios". (Joel 2, 12-18)
"Este es el ayuno que yo amo, oráculo del Señor: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo..." (Isaías 58, 6-9)

Ayuno y Abstinencia
- El ayuno consiste en hacer una sola comida al día.
- La abstinencia consiste en no comer carne.
- Son días de abstinencia y ayuno: Miércoles de Ceniza y Viernes Santo.
- Son días de abstinencia de carne solamente sin ayuno, todos los viernes de cuaresma.
- La abstinencia obliga a partir de los 14 años.
- El ayuno de los 18 hasta los 59.
- Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo) participe en un acto donde reconozcan la necesidad de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y para el bien de la Iglesia.

Abstenerse de juzgar a otros. Descubre a Cristo que vive en ellos.
Abstenerse de palabras hirientes. Llénate de frases sanadoras.
Abstenerse de descontento. Llénate de gratitud.
Abstenerse de enojos. Llénate de paciencia.
Abstenerse de pesimismo. Llénate de esperanza cristiana.
Abstenerse de preocupaciones. Llénate de confianza en Dios.
Abstenerse de quejarte. Llénate de parecio por la maravilla que es la vida.
Abstenerse de las presiones. Llénate de una oración que no cesa.
Abstenerse de amargura Llénate de perdón.
Abstenerse de darte importancia a ti mismo. Llénate de compasión por los demás.
Abstenerse de ansiedad sobre tus cosas. Comprométete en la propagación del Reino.
Abstenerse de desaliento. Llénate del entusiasmo de la fe.
Abstenerse de pensamientos mundanos. Llénate de las verdades que fundamentan la santidad.
Abstenerse de todo lo que te separe de Jesús. Llénate de todo lo que te acerque a Él.

El ayuno junto con la oración y la caridad, ha sido desde muy antiguo una "practica cuaresmal" como signo de la conversión interior a los valores fundamentales del evangelio de Cristo.

Cuaresma: Tiempo de preparación para la Pascua del Señor mediante la oración, el ayuno y la entrega a nuestro prójimo; Tiempo de conversión para volver a Dios Padre misericordioso.

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