Reflexión

INDISPENSABLE REFLEXIÓN

Sobre el Sedevacantismo se ha dicho lo que se ha querido, muchos han opinado sobre esta posición teológica y canónica católica sin conocer en profundidad sus verdaderos orígenes y desarrollo, sus verdaderos protagonistas --eclesiásticos de la mayor relevancia jerárquica como intelectual--, sus verdaderos y graves fundamentos dogmáticos, su imperiosa razón de defender a los católicos de la grave apostasía y cisma en el que ahora viven y malviven. Paradójica y curiosamente sus máximos enemigos y detractores han sido aquellos que se dicen "defensores de la tradición católica", estos son los falsos tradicionalistas, todos ellos ex miembros de la FSSPX a la cual hoy día calumnian y difaman con un diabólico resentimiento; dirigidos por una élite infiltrada con psudosteólogos que inventaron laberínticas "tesis" rabínicas-dominicas-jesuíticas, y de una gran malicia al servicio del complot judeo-masónico, y secundados por la complicidad y servilismo de una mayoría de incautos que movidos siempre por la ingenuidad de una cómoda negligencia se alimentan de las "teologías" y de los "teólogos" del facebook o de los blog de la internet. Frente a todos estos paracaidístas devenidos en estos últimos meses al "sedevacantismo" los hay de muchos colores, entre ellos contamos a los desilucionados por el coqueteo de Jorge Bergoglio con los Protestantes, Judíos y Musulmanes, como si Ratzinger, Wojtila y Montini no lo hubiesen hecho antes, estos nuevos "sedevacantistas" creen que solo Bergoglio es hereje formal y material y por lo tanto no es papa, pero los muy incautos "ignorantes en la cuestión" aceptan la misa nueva y los sacramentos dados con el nuevo ritual inválido e ilegítimo de Paulo VI. Los Católicos fieles creemos firmemente que el último Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue S.S Pío XII y que de allí por defecto y consecuencia de la Grana Apostasía ha cesado la institución del cónclave y cualquier iniciativa al respecto, solo será una delirante intentona.

lunes, 24 de agosto de 2015

25 DE AGOSTO DÍA DEL SANTO PATRÓN DE NUESTRA SOCIEDAD RELIGIOSA, LUIS IX REY DE FRANCIA, COMO ASÍ TAMBIÉN PATRÓN DE LA TERCERA ORDEN FRANCISCANA


Ntro, Sto. Patrón vistiendo el hábito franciscano
San Luis IX, rey de Francia, que, tanto en tiempo de paz como durante las guerras interpuestas en defensa del cristianismo, se distinguió excepcionalmente por su activa fe y por la justicia en el gobierno, el amor a los pobres y la constancia en las adversidades. Tuvo once hijos en su matrimonio, a los que educó de una manera inmejorable y piadosa, y gastó sus bienes y fuerzas, y su vida misma, en la adoración de la cruz, la corona de espinas y el sepulcro del Señor, hasta que, mientras estaba acampado cerca de Túnez, en la costa de África del Norte, murió contagiado de peste.
patronazgo: patrono de Francia, de París y de innumerables ciudades francesas, también de Berlín y Munich; de la ciencia, los ciegos, los peregrinos, viajeros, comerciantes, constructores, canteros, albañiles, carpinteros, pintores, yeseros o escayolistas, decoradores, herreros, fabricantes de pinceles, tejedores, impresores y encuadernadores, pescadores, panaderos, peluqueros, fabricantes de botones, joyeros, vendedores de lino; protector contra la ceguera, las enfermedades auditivas y las plagas.

Oración

Oh Dios, que has trasladado a san Luis de Francia desde los afanes del gobierno temporal al reino de tu gloria, concédenos, por su intercesión, buscar ante todo tu reino en medio de nuestras ocupaciones temporales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

jueves, 20 de agosto de 2015

«PAPA HAERETICUS DEPOSITUS EST» POR SAN ALFONSO MARIA DE LIGORIO



(Reproducimos con su contexto los dos lugares donde San Alfonso, Doctor de la Iglesia, en su célebre tratado dogmático "Defensa del poder supremo del soberano pontífice", afirma en forma inconcusa la sentencia común a todos los Santos Padres y a San Roberto Belarmino, Doctor de la Iglesia: "el Papa hereje está depuesto").

«6°. Nuestros adversarios nos objetan además el Canon "Si Papa", en el cual el papa Bonifacio, mártir, declaró que el Soberano Pontífice no debe ser juzgado por nadie, a menos de que sea convicto de haberse apartado de la fe: "A nemine est iudicandus, nisi deprehendatur a fide devius" (cap. 6, dist. 40). He aquí, sobre esto, el razonamiento de nuestros contradictores: el Papa es pues capaz de caer en la herejía; ahora bien, si es capaz de caer, no puede ser infalible.

Respondemos que si alguna vez el Papa, como persona privada, cayese en la herejía, se vería al instante despojado del pontificado; pues, como estaría entonces fuera de la Iglesia, ya no podría ser jefe de la Iglesia. En ese caso, la Iglesia por consiguiente debería, no deponerlo —puesto que nadie tiene autoridad sobre el Papa— sino declararlo depuesto del pontificado. Hemos dicho: "Si el Papa, como persona privada, cayese en la herejía", pues el Papa, en cuanto Papa, es decir, dando sus enseñanzas ex cathedra a la Iglesia universal, no puede enseñar ningún error contra la fe, dado que la promesa de Jesucristo no puede dejar de realizarse, a saber, que las puertas del infierno no prevalecerían jamás contra la Iglesia. Y es aquí el lugar de recordar esta célebre sentencia de Orígenes: es evidente que si las puertas del infierno prevaleciesen contra la piedra sobre la cual está construida la Iglesia, prevalecerían también contra la Iglesia misma: "Manifestum est quod si praevalerent [inferorum portae] adversus petram in qua Ecciesia fundata erat, contra Ecclesiam etiam praevalerent" (In Matth. 16,18 et apud Bellarmino: de Romano Pontífice, liber 4, cap. 3)». (Cap. VIII, in fine, pp. 231-232).

«Febronio alega el hecho de Inocencio II, quien al rey de Francia Felipe-Augusto, que le solicitaba le acordase dispensa para romper su casamiento con Ingelburga, le dio esta respuesta: Si tratásemos de tomar alguna determinación a este respecto sin la deliberación de un Concilio general, pondríamos quizás en peligro nuestra dignidad y nuestro cargo, sin hablar de la ofensa a Dios de la que podríamos ser culpables por ello: "Si super hoc absque generalis deliberatione Concilii determinare aliquid tentaremus, praeter divinam offensam quam ex eo possemus incurrere, forsan ordinis et officii nobis periculum immineret" (Epist. 1. 15, ep. 106. edit. Baluz). Febronio y otros de nuestros contradictores infieren de allí que el Papa Inicencio se sujetó al Concilio, o al menos confesó con esas palabras que podía ser depuesto por ese Concilio, si dispensaba ese matrimonio contra la ley divina.
Pero esa conclusión no es de ningún modo lógica. Pues, respondremos, está fuera de duda que si un Papa fuese un herético declarado, como lo sería el que definiese públicamente una doctrina opuesta a la ley divina, él podría, no ser depuesto por el Concilio, sino ser declarado depuesto del pontificado en su calidad de hereje; y allí estaba el peligro que señalaba el papa Inocencio, es decir, el de ser privado de su dignidad y de su cargo. Por eso había dicho primeramente en esta misma carta, que no osaba decidir ese punto contrariamente al Evangelio, donde se dice que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido: "Quod... Deus coniunxit, homo non separet" (Mat. XIX,6). Pero, como el peligro estaba muy alejado y que, por otra parte, el Soberano Pontífice buscaba librarse por alguna excusa aparente de los urgentes pedidos del rey respecto a la dispensa, se sirvió de esas expresiones oscuras y dudosas: "Pondríamos quizás en peligro nuestra dignidad y nuestro cargo" (Cap. IX, pp. 262-263).
(OEUVRES COMPLÉTES DE SAN ALPHONSE DE LIGUORI, Docteur de l'Église. Oeuvres dogmatiques, t. IX: Traités sur le Pape et le Concile: "Dérense du pouvoir supréme du Souverain Pontlf e contre Justin Fébronlus" 1881; réimpressiom 1975, Gent, Belgium).

(Trad.: G. D. C.)

Sobre la autoridad de San Alfonso
SAN ALFONSO MARIA DE LIGORIO (1696-1787), canonizado en 1839 (fiesta: 2 de agosto), fue proclamado DOCTOR DE LA IGLESIA en 1871 por Pío IX y patrono de confesores y moralistas en 1952 por Pío XII.
Señalemos brevemente tres pruebas de su autoridad doctrinal:

Bula de canonización (Gregorio XVI, 26-5-1839):
"Plurimos sane conscripsit libros... ad asserenda huius Sanctae Sedis Apostolicae jura...; In iis porro Inusitatam vim, copiam varietatemque doctrinae, singularia eccleslasticae sollicitudinis exquisitum religionis studium, demirari licet".
(Escribió por cierto varias obras... para afirmar los derechos de esta Santa Sede Apostólica...; en ellas se puede admirar un vigor extraordinario, una ciencia extensa y variada, notables pruebas de su celo sacerdotal y su empeño poco común por la religión).

Henri RAMIERE, s.j. (1821-1884), promotor del Apostolado de la oración y de la devoción al Sagrado Corazón:
Afirma que el testimonio de San Alfonso en estas materias es muy grave y equivale a muchos otros, pues es el testimonio del más santo, del más moderado, del más sabio, del más autorizado de los Doctores que Dios haya dado a su Iglesia en estos últimos siglos.
("Messager du Coeur de Jésus", t. 15, p. 275; t. 16, p. 1, 1869).
BREVIARIUM ROMANUM (2 de agosto; lectio VI, in fine): "...tandem Pius nonus Pontifex Maximus, ex sacrorum Rituum Congregationis consulto, universalis Ecclesiae Doctorem declaravit".
(...finalmente el Papa Pío IX, por decreto de la Sagrada Cogregación de Ritos, lo declaró Doctor de la Iglesia universal).
G.D.C..
Revista "ROMA" N° 104
Junio de 1988

jueves, 6 de agosto de 2015

MIRAD CUÁN BUENO Y CUÁN AGRADABLE ES QUE LOS HERMANOS HABITEN JUNTOS Y EN ARMONÍA (SALMO 133: 1)



En la Festividad de la Transfiguración de Ntro. Sr. Jesucristo y después de la Sta. Misa, exposición y bendición con el Santísimo Sacramento,  celebrada por el Rev. Padre Matthias  Heppel en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de la Ciudad de Orlando Fl, un grupo de sacerdotes amigos nos reunimos a compartir un almuerzo de camaradería en un restaurante de comidas mexicanas, en dónde compartimos una amistosa y prolongada sobremesa.