Queridos lectores y visitantes: hemos querido compartir con ustedes este inteligente e interesante -post- dónde en pocas palabras confirma aquello que siempre comentamos sobre la causa de nuestro combate.
Hasta el cansancio repetimos y les recordamos a nuestros lectores, fieles y amigos que nuestro combate es por la Fe Católica y no es por el pasado, ni por lo viejo o antiguo, ni por las sotana, el latín, la mantilla o por un simple apego a la iglesia decadente del pre-concilio Vaticano segundo, o bien por un absurdo apego a los trapos por los trapos en sí como podemos apreciar en las fotos que ilustran esta entrada.
Muchas veces les hemos tratado de explicar que no tenemos nada contra la FSSPX ya que nunca hemos sido miembro de ella y por lo tanto no estamos -sangrando por ninguna herida- como lo hacen diariamente los expulsados de la misma que han devenido a "sedevacantistas", y apuntan sus flechas y todas sus energías a esa comunidad religiosa.
El problema de la FSSPX, como la de sus expulsados miembros, es un problema de mentalidad, de mentalidad "ISTAS" en este caso de tradicionalISTAS y de añoranza a la década de los años cincuenta del pasado siglo y que hoy lo viene a resucitar la religión establecida del Vaticano Segundo con estos Modernistas de las "misas" en latín que no dejan de ser un camino a ninguna parte; como así también el afán de estar quitándose los fieles unos a otros, en particular los de más dinero y esa costumbre de pescar siempre dentro de la pecera.
Les aconsejamos encarecidamente que lean atentamente el post este, que les aclarará mejor la causa de nuestro Combate por la Fe Católica fundada en el Misterio de la Santísima Trinidad.
"Cardenal" Modernista |
Muchas
personas con buena voluntad, gustan llamarse a sí mismos
"tradicionalistas". En el aspecto socio-religioso dentro del
"catolicismo" podemos distinguir, cuando menos a tres grupos:
• Aquellas personas que se oponen a
las innovaciones y cambios recientes y que prefieren conciliar de alguna manera
las doctrinas modernas que son predicadas y llevadas a la práctica por la
Iglesia nacida del Concilio Vaticano II (a la que llamamos "Iglesia
Conciliar").
• Aquellos que rechazan al Concilio
en todo o en parte y han erigido un apostolado independiente de esas
autoridades, aún cuando las reconocen formalmente.
• Aquellas personas que rechazan el
Concilio Vaticano II, y reconocen que la Iglesia que emanó de dicha reunión conciliar
no es la Iglesia de Cristo porque enseñó una doctrina y una fe nueva, y por lo
tanto, desconocen a las autoridades de dicha Iglesia (en todos sus niveles).
Estos tres
grupos tienen muchas cosas en común: apego a una retórica moral hacia las
costumbres de la década de 1950, un rechazo general hacia las políticas
estatales liberales (separación entre la Iglesia y el Estado), un fuerte
nacionalismo y un apego a usos litúrgicos antiguos. Existe, entre estos tres
grupos una disputa, no obstante, sobre quienes son los verdaderos
tradicionalistas y que es la tradición, aún cuando todos comparten que la
tradición es aquello que se transmitió desde antiguo.
Resulta
interesante leer, verbigracia, a algunos de los exponentes de estas posturas y
nos topamos que confunden el término traditio, del cual procede el vocablo
tradición, con el griego ἀρχαϊκός. Debemos insistir en que se trata de ἀρχαϊκός
y no de ἀρχαῖος. Mientras que traditio significa "transmitir",
"entregar", el término ἀρχαϊκός sirve para designar aquello que es
anticuado o que se encuentra en des-uso, que ya no se utiliza, que fue
remplazado. Aquello que es ἀρχαϊκός es preferible por cuestiones estéticas, por
un apego subjetivo y no es el producto de la aplicación de las potencias
intelectivas del hombre. Dicho de otra manera, el ἀρχαϊκός vendría a significar
una desconfianza de todo lo que es nuevo por el hecho de serlo en sí mismo. Hay
una seguridad con lo antiguo, con lo que, se cree, existió desde siempre y por
ese hecho debe ser preservado, y aquí está la clave, aún cuando no se conozca
el porqué.
El término ἀρχαϊκός
proviene del vocablo ἀρχαῖος, el cual vale para designar aquello que existe
desde el origen, no aquello que ha sido transmitido, sino aquello que existía
en un pasado remoto y que ha venido a ser, desde entonces, exactamente como es
ahora.
Conviene
entonces observar como estos términos se aplican o no a los
"tradicionalistas".
Travestis litúrgicos |
Por empezar
tenemos a aquellos que, diciéndose católicos, reconocen al Concilio Vaticano II
como fruto del Espíritu Santo y admiten todas sus reformas, aunque intentan
amalgamarlas con lo que ellos llaman ἀρχαῖος: la Misa Tridentina, la moral y
las prácticas pías anteriores a la década de 1960. Uno de los más claros
exponentes de esta noción de traditio fue el Papa de la Iglesia Conciliar del
Vaticano II, Joseph Ratzinger/Benedicto XVI. Sus actuales exponentes son las
congregaciones reconocidas por la misma Iglesia emanada del Concilio que tolera
el bi-ritualismo: la Misa de Paulo VI con la Misa de San Pío V, o Misa
Tridentina. El segundo grupo, en cambio, rechazan el Concilio o buena parte del
mismo, pero reconocen a dichas autoridades como legítimas. Es el caso de la
Fraternidad Sacerdotal San Pío X y del grupo que ahora encabeza Monseñor
Richard Williamson. El tercero está compuesto por los sedevacantistas, que
rechazan tanto al Concilio como a quienes lo han llevado adelante.
No obstante,
cuando nos adentramos en la mentalidad "tradicionalista" descubrimos
que ellos en realidad no se apegan a aquello que fue transmitido desde antiguo,
aquello que hemos recibido desde la época de los Apóstoles, sino,
lamentablemente, a lo que ellos imaginan es ἀρχαῖος. Si ellos siguieran
realmente lo ἀρχαῖος, no podrían admitir ni tolerar la Misa Tridentina, ya que:
a) La misma
fue codificada y reformada primero por el Concilio de Trento.
b) A los
pocos años de ser promulgada comenzó a sufrir una serie de reformas que llegó
hasta la época de Pío XII.
c) La moral
de mitad del Siglo XX es relajada comparada con la de los primeros cristianos.
d) El
bautismo de los primeros cristianos era por inmersión, algo que los católicos
de rito latino ya no conservan.
e) Las Misas
primitivas se hacían en latín en Roma, porque era la lengua franca y vernácula.
De hecho hay códices que muestran que el latín usado era muy diferente al que
emplearon Virgilio o el mismo San Agustín.
f) En las
Misas primitivas, los fieles comulgaban bajo las dos especies, se celebraba de
cara al pueblo en muchas ocasiones y no había un ritual uniforme, salvo la
fórmula de consagración, que aún presentó variantes en Roma hasta la Reforma
Gregoriana.
Disfrazados de liturgia barroca |
¿Ignoran
estos tradicionalistas que durante todo el Concilio Vaticano II se celebró la
Misa Tridentina? ¿Ignoran estos tradicionalistas que aquellos obispos y
cardenales que tanto citan en sus sermones y ponen como ejemplo, se formaron en
seminarios que seguían las normas tridentinas? ¿Ignoran estos tradicionalistas
que los mismos obispos y sacerdotes que con tanta devoción predicaban los
domingos la Fe de Cristo y que tan puntillosamente vigilaban la separación de
los sexos en las Misas, fueron los mismos que condujeron a los fieles a la
apostasía en masa con Paulo VI a la cabeza?
La tradición
en realidad no es el uso externo, sino algo interno, algo que va por dentro del
hombre. Es aquello que efectivamente se transmitió de generación en generación
y por lo cual, los cristianos preferían morir en el Circo Romano. Era aquella
fe que profesaban en el bautismo, muchas veces poco antes del martirio.
Recordemos
aquella regla “lex credendi, lex orandi”, la ley de la fe, es la ley de la
oración. No al revés. Nuestro Señor Jesucristo no desaprobó las tradiciones de
los fariseos, sino su tradicionalismo. No dijo a las multitudes que lo seguían
que desoyeran lo que los escribas y fariseos decían, sino que no se guiaran de
sus actos. Por eso los llamó hipócritas, por eso Juan el Bautista los llamó
"raza de víboras". Ese tradicionalismo farisaico era ignorante de la
Verdad, de aquella Verdad que vino al Mundo, de aquella Luz que los hombres no
quisieron ver. Cristo mismo puso a Nicodemo en evidencia de la ignorancia de
éste.
Trapos sin ningún significado |
¿La Tradición
Católica es para nosotros sinónimo de Misa en Latín? Si es así, el mote
tradicionalistas cae como anillo al dedo y el que así se siente puede asistir
sin ningún problema a una misa “celebrada” por un “sacerdote” de la FSSP. Pero
si para nosotros la Tradición Católica es la fidelidad a la Fe que Cristo nos
transmitió, y que sus Apóstoles guardaron, y que la Iglesia (Una, Santa,
Católica y Apostólica) ha mantenido por dos milenios, entonces comprendemos el
verdadero significado de la Tradición.
No somos
“tradicionalistas”. Debemos rechazar esa denominación. Ser tradicionalista es
ser conservador, es gustar de lo arcaico por el hecho de que es viejo. Es el
fetiche del anticuario, el celo del guarda del museo.
Nosotros no
somos, ni siquiera “católicos tradicionales”.
Somos
católicos.
Nuestra fe es
la fe del Credo, no creemos en una Iglesia Tradicionalista, sino en Una
Iglesia, la cual es Santa, Católica y Apostólica, fuera de la cual no hay
salvación ni perdón de los pecados.
Tomado del blog Sursum corda