Aspecto del amargo celo apostólico de los Tradicional"ISTAS" |
Hay que desconfiar, por encima de todo, de esa categoría de “fariseos”, jóvenes o viejos, que no saben más que perorar. Campeones puramente verbales de la ortodoxia. Pero que, por poco que se les observe, tienen los mismos gustos, obedecen a las mismas modas, son sensibles a los mismos slogans, están devorados por las mismas ambiciones, están penetrados del mismo espíritu materialista o hedonista, que el del mundo que pretenden reformar. Su ortodoxia no es más que un simple juego de ingenio, cuando no una simple ideología de clase o de ambiente.
Lejos de ser apóstoles, estas gentes no son más que “ahuyentadores”. Jamás se dirá bastante el daño que hacen. En muchos lugares, su suficiencia, su facundia, su incapacidad en presentar la verdad si no es de forma desagradable, han arruinado por largo tiempo todo espíritu de conquista.
Nuestra labor ya no es tan fácil y tan agradable. Interesa tanto más realizarla con esa “alegría de la verdad” de que habla San Agustín. Si es cierto que los santos tristes son tristes santos, se puede decir que los animadores dolientes y ceñudos no merecen ni siquiera el nombre de animadores. San Francisco de Sales deseaba que su “Philothea” fuera la más alegre, y hasta... la mejor vestida del grupo. Pensamos que un deseo análogo, debe manifestarse en lo que respecta a nuestra lucha.
Es ciertamente muy legítimo regocijarse mucho sabiendo reír de la absurdidad y de la estupidez. Única ventaja que se puede sacar de ello.
Tomado de: Jean Ousset, “La acción”, Ediciones del Cruzamante, Buenos Aires, 1979.
Gracias a Dios desde hace mas de 20 años la FSSPX a la cual participo de sus actividades aqui en Bs.As. se ha ido limpiando de gente con ese espíritu, aunque no niego que todavía quedan unos cuantos, pero en el ambiente de los curas me refiero. Ya se fueron los Morello, Romero, Ceriani, Méramo y muchos otros.
ResponderEliminarSiempre me llamo la atención de que los "defensores" y "custodios" de la fe se autoproclamen tradicionalistas en vez de Católicos. Es una lástima porque ustedes mismos se automarginan
ResponderEliminarExactly.
ResponderEliminarMas que nada ese tipo de gente, con perdon de la palabra son pelotudos, lamentablemente quedan varios.Hay que ignorarlos.
ResponderEliminarHappy feast day of St Mark the Evangelist
ResponderEliminarPainting of St Mark by Carpaccio (1516) depicted as the winged lion strutting through the Venetian heartland with the words “PAX TIBI MARCE EVANGELISTA MEUS”, (“Peace to you Mark, my evangelist”) the words of Christ to St Mark in prison.
Esta dedicado a la srita. Olga? jajaja
ResponderEliminarNo está dedicado a nadie en especial, solo que cae como anillos al dedo para los curas ex-lefebvristas devenidos por necesidad a sedevacantistas materialiter y no materialiter, en particular a un mexicano -adoquín con pelos- que anda habalando mal de nosotros en Tucumán. jeje
ResponderEliminarMuy bien Padre, ¡la dura vara hace que muchos reflexionen! Pero el dulce néctar del mundo hace que muchos también queden como moscas y se apeguen a los cantos de sirena del diabólico plan de una libertad sin límites, de un liberalismo político, de un liberalismo económico, como otros sin darse cuenta les ocurra lo mismo a ese materialismo dialéctico creyendose nuevos dioses del egocentrismo mas abyecto, el hedonismo como parte de una felicidad que no es tal, ¿pero que les falta ? ¡D I O S!
ResponderEliminarBuena reflexión. En lo personal considero sano alejarnos de este tipo de gente, de los que me tocó sufrir bastante y aguantar por "caminar a la Verdad" no sólo se trata de fieles sino también de sacerdotes; es muy común que la soberbia resalte, pero de Dios nadie se burla y Él conoce las intenciones y las acciones. Justamente hoy leí en un blog una errónea "invitación" a una peregrinación a Luján, que en realidad más me pareció un recordatorio hacia los ya confirmados asistentes..
ResponderEliminarEstás personas parece que buscan cubrir y esconder la poca luz que creen que por sus medios han encontrado..Realmente es triste.