El axioma es siempre válido ¿Cómo se puede amar la Verdad Católica, el Magisterio perenne de los Santos Padres, el Magisterio inmutable de la Iglesia, si no se los ha conocido primero? ¿Cómo se ha de iniciar una cruzada sin saber por qué se lucha? ¿Cómo se ha de aceptar el martirio, sin saber por qué se muere?
Las palabras de los Santos Padres, de los Papas legítimos, de los estudiosos y de los místicos ya no resuenan en nuestros oídos. Pero sobreviven en los libros. Y desde allí siguen siendo fuente de vida y de conocimiento.
Muy pocos editores y libreros han elegido su campo de batalla. Contra la nueva barbarie que nos amenaza, emerge un nuevo aspecto de la Cruzada: la difusión del libro católico, la transmisión de las nuevas generaciones de ese depósito inconmensurable creado por el intelecto del hombre, iluminado por la fe divina y sometido a su único Señor y Rey, Jesucristo.
Recomendamos, pues, el estudio y también la colaboración con aquellos que, silenciosamente, libran su combate, que es también el nuestro.