Uno de los argumentos más frecuentes en favor de la legitimidad del establecimiento de la Iglesia postconciliar es la promesa de Dios de que "las puertas del infierno no prevalecerán". Implícito en este escrito está el que no es posible ni probable que Dios haya abandonado a los suyos. Veamos ahora cómo respondemos a tal argumento.
Comencemos con los hechos indiscutibles. Tanto si lo creemos como si no, y tanto si nos parece posible como si no, lo que está clarísimo es que después de un Concilio escandaloso que carecía de regularidad y dignidad, la religión Católica ha sido cambiada. En el orden práctico, ésta ha sido reemplazada por otra religión, una religión que evoluciona, una religión en gran medida influenciada e inspirada por la Francmasonería y por el Marxismo y por lo que los Papas Pío IX y Pío X rechazaron abiertamente bajo la designación de "Modernismo". Habiendo creado un Concilio "ladrón" que cometió una multitud de errores tales como el rechazo de la "Unidad" de la Iglesia y el poner la Libertad Religiosa al nivel de la enseñanza infalible, la "Iglesia postconciliar" procedió a abolir el Juramento contra el Modernismo y el Santo Oficio. ¿Qué otro propósito podrían tener tales medidas sino el de privar a la Iglesia Tradicional -la Iglesia de todos los tiempos- de todas sus defensas? ¿Y qué le siguió? El cambio de los altares en mesas, el cambio de los sacerdotes en "presidentes", la invalidación de todos los sacramentos que no sean aceptables a los Protestantes, la mala traducción de las Escrituras, y sobre todo la degradación de los Templos y la destrucción de la Misa -cambios "humanistas" y demagógicos de la más grave naturaleza. El cardenal Suenens tenía razón cuando describió esto como "la Revolución Francesa en la Iglesia Católica".
Muy buen artículo, sencillo y completo de porque la Iglesia de Cristo no se encuentra en la roma apóstata, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarJuan Carlos
Un artículo excelente. El Dr. Coomaraswamy fue uno de los grandes intelectuales de nuestros tiempos.
ResponderEliminar" Mantente firme en la fe. Repite a menudo tu acto de Fe, que resume tan bien el contenido de la Fe. La Fe católica nunca cambia. Es la de la Santísima Virgen María, la de los apóstoles, la de los mártires, la de los de todos los santos. Hasta el Concilio Vaticano II, nunca varió porque Dios y Su Iglesia no pueden confundirse ni engañarnos. Está resumido en el catecismo y si tienes dudas, consulta el catecismo siempre. Cree y haz lo que siempre se ha creído y hecho. Rechaza todas las novedades del Vaticano II que impuso una nueva religión que ya no es la católica. Esta religión conciliar desaparecerá ". (Abad Joseph Vérité †, Pascua de 2010)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Juan Carlos, ahora muchos podrán entender porque la iglesia no está en Roma como muchas personas creen.
ResponderEliminarEsa es nuestra esperanza y confianza de permanecer firmes en la fe de mi bautismo, y es esta de la Promesa de Jesucristo Sr. Nuestro, de que las puertas del infierno no podrán contra la Esposa Inmaculada del Cordero.
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