Tres monos en un árbol discutían y conversaban sobre muchas cosas. Parecería dijo uno de ellos, que corre un rumor, que me pone a mí de muy mal humor. Se pretendería querer probar una tremenda injuria y es que el hombre descendería de nuestra noble raza. Pero pensándolo bien eso es imposible, ya que el mono nunca abandona a su hembra y a sus hijos, y los deja morir de hambre y en el desamparo. Tampoco nunca la última de las monas por más descocada que sea deja a sus hijos en el abandono, o lo que es peor, nunca se ha dicho que una mona mate a sus propios hijos antes de nacer.
Tampoco nunca se ha visto a mono, o mona desaparecer noches enteras y luego llegar más borracho que una cuba y empezar a golpear a los más débiles cobardemente, o que haga pasar de la vida a la muerte, con garrote, fusil o no sé qué. Que el hombre haya descendido, es un hecho innegable; pero que lo haya hecho de nuestra noble raza.
Tampoco nunca se ha visto a mono, o mona desaparecer noches enteras y luego llegar más borracho que una cuba y empezar a golpear a los más débiles cobardemente, o que haga pasar de la vida a la muerte, con garrote, fusil o no sé qué. Que el hombre haya descendido, es un hecho innegable; pero que lo haya hecho de nuestra noble raza.
¡¡¡ pues eso nunca!!!
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