Reflexión

INDISPENSABLE REFLEXIÓN

Sobre el Sedevacantismo se ha dicho lo que se ha querido, muchos han opinado sobre esta posición teológica y canónica católica sin conocer en profundidad sus verdaderos orígenes y desarrollo, sus verdaderos protagonistas --eclesiásticos de la mayor relevancia jerárquica como intelectual--, sus verdaderos y graves fundamentos dogmáticos, su imperiosa razón de defender a los católicos de la grave apostasía y cisma en el que ahora viven y malviven. Paradójica y curiosamente sus máximos enemigos y detractores han sido aquellos que se dicen "defensores de la tradición católica", estos son los falsos tradicionalistas, todos ellos ex miembros de la FSSPX a la cual hoy día calumnian y difaman con un diabólico resentimiento; dirigidos por una élite infiltrada con psudosteólogos que inventaron laberínticas "tesis" rabínicas-dominicas-jesuíticas, y de una gran malicia al servicio del complot judeo-masónico, y secundados por la complicidad y servilismo de una mayoría de incautos que movidos siempre por la ingenuidad de una cómoda negligencia se alimentan de las "teologías" y de los "teólogos" del facebook o de los blog de la internet. Frente a todos estos paracaidístas devenidos en estos últimos meses al "sedevacantismo" los hay de muchos colores, entre ellos contamos a los desilucionados por el coqueteo de Jorge Bergoglio con los Protestantes, Judíos y Musulmanes, como si Ratzinger, Wojtila y Montini no lo hubiesen hecho antes, estos nuevos "sedevacantistas" creen que solo Bergoglio es hereje formal y material y por lo tanto no es papa, pero los muy incautos "ignorantes en la cuestión" aceptan la misa nueva y los sacramentos dados con el nuevo ritual inválido e ilegítimo de Paulo VI. Los Católicos fieles creemos firmemente que el último Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue S.S Pío XII y que de allí por defecto y consecuencia de la Grana Apostasía ha cesado la institución del cónclave y cualquier iniciativa al respecto, solo será una delirante intentona.

jueves, 2 de julio de 2015

COMO ADMINISTRAR EL SANTO BAUTISMO EN CASO DE URGENCIA


Como el Bautismo es absolutamente necesario para la salvación, quien muere sin él, pierde el Cielo para siempre.


Por lo tanto:
Primero. Los niños deben ser bautizados lo antes posible. Esto una obligación muy grave de los padres. ¡Qué responsabilidad para ellos si por su culpa y negligencia el niño llega a morir sin el bautismo! Resulta lamentable el caso de aquellos padres que demoran el bautismo por muchas semanas -o lo que es peor, ¡hasta meses o años!- por descuido o por razones secundarias como realizar una fiesta suntuosa, conseguir los recursos para ésta (una fiesta puede celebrarse aunque no coincida exactamente con el día de la ceremonia), esperar mucho tiempo para la presencia de alguno de los padrinos, etc. Los casos más patéticos son los de aquellos padres inconscientes que contaminados por los errores del liberalismo esperan a que su hijo sea adulto y elija si desea bautizarse, siendo que no esperan a que sea adulto para que elija alimentarse materialmente. Tanto el bien moral como el material debe siempre procurarse al infante sin esperar a que sea mayor de edad, siendo esto precisamente la principal responsabilidad de los padres que deben ver y decidir por ellos en tanto son menores. De otra manera, su hijo corre -durante años- el peligro de morir sin bautismo y no alcanzar la visión eterna de Dios. Además, si los padres no tienen la conciencia de lo importante que es este sacramento desde que el niño nace, menos la tendrá el hijo cuando crezca. Dice San Pío X en su Catecismo Mayor: "Los padres y madres que por negligencia dejan morir a los hijos sin Bautismo pecan gravemente porque les privan de la vida eterna, y pecan también gravemente dilatando mucho el Bautismo, porque los exponen a morir sin haberlo recibido".

Segundo. En caso de necesidad, en peligro de muerte de quien no ha sido bautizado (menor o adulto), cualquier persona puede y debe bautizar. Este es el motivo por el cual todos debemos saber bautizar.
Para bautizar (para efectuar el sacramento) hay que:
1) Tener la intención de realizar lo que hace la Iglesia Católica 
2) Derramar agua natural sobre la cabeza, diciendo al mismo tiempo la siguiente fórmula, sin omitir ninguna palabra:

“Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

Ponemos con rojo algunas palabras que por error fácilmente pueden llegar a omitirse.
No hay que pronunciar las palabras primero, y luego derramar el agua, ni derramar el agua primero, y luego pronunciar las palabras, sino que es necesario que las dos cosas se hagan al mismo tiempo. El agua debe correr por la piel y no solamente sobre los cabellos.
Una vez realizado lo anterior, el sacramento se ha realizado. El catecúmeno ha quedado bautizado y sin pecado original.
Pasado el peligro de muerte, deberá ser llevado el bautizado a su parroquia para que un sacerdote complemente las demás ceremonias.

ABUSOS RELATIVOS AL BAUTISMO:
Según el espíritu de la Iglesia, los padres solamente deben escoger como padrino y madrina a buenos cristianos. En caso de urgencia por peligro de muerte no es indispensable la presencia de padrinos.
Quedan excluidos de esta función, además de los acatólicos, a aquellos considerados pecadores públicos.
Se aconseja siempre elegir un nombre (para el bautizado) de un santo católico para que sea su protector e intercesor en el Cielo.

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