Reflexión

INDISPENSABLE REFLEXIÓN

Sobre el Sedevacantismo se ha dicho lo que se ha querido, muchos han opinado sobre esta posición teológica y canónica católica sin conocer en profundidad sus verdaderos orígenes y desarrollo, sus verdaderos protagonistas --eclesiásticos de la mayor relevancia jerárquica como intelectual--, sus verdaderos y graves fundamentos dogmáticos, su imperiosa razón de defender a los católicos de la grave apostasía y cisma en el que ahora viven y malviven. Paradójica y curiosamente sus máximos enemigos y detractores han sido aquellos que se dicen "defensores de la tradición católica", estos son los falsos tradicionalistas, todos ellos ex miembros de la FSSPX a la cual hoy día calumnian y difaman con un diabólico resentimiento; dirigidos por una élite infiltrada con psudosteólogos que inventaron laberínticas "tesis" rabínicas-dominicas-jesuíticas, y de una gran malicia al servicio del complot judeo-masónico, y secundados por la complicidad y servilismo de una mayoría de incautos que movidos siempre por la ingenuidad de una cómoda negligencia se alimentan de las "teologías" y de los "teólogos" del facebook o de los blog de la internet. Frente a todos estos paracaidístas devenidos en estos últimos meses al "sedevacantismo" los hay de muchos colores, entre ellos contamos a los desilucionados por el coqueteo de Jorge Bergoglio con los Protestantes, Judíos y Musulmanes, como si Ratzinger, Wojtila y Montini no lo hubiesen hecho antes, estos nuevos "sedevacantistas" creen que solo Bergoglio es hereje formal y material y por lo tanto no es papa, pero los muy incautos "ignorantes en la cuestión" aceptan la misa nueva y los sacramentos dados con el nuevo ritual inválido e ilegítimo de Paulo VI. Los Católicos fieles creemos firmemente que el último Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue S.S Pío XII y que de allí por defecto y consecuencia de la Grana Apostasía ha cesado la institución del cónclave y cualquier iniciativa al respecto, solo será una delirante intentona.

martes, 1 de enero de 2013

FESTIVIDAD DE LA CIRCUNCISIÓN

En aquel tiempo: después que fueron pasados los ocho días para cicuncidar al Niño, le pusieron el nombre de Jesús, como lo había llamado el Angel, antes que fuese concebido en el seno materno (San Lucas II, 21)
Nuestro querido Padre Emilio nos ha hecho llegar estas fotos de la Misa celebrada esta mañana 1º de Enero en la Capilla Inmaculado Corazón de María de la Ciudad de Tampa Fl, y que aqui les compartimos.






3 comentarios:

  1. Muy lindo y fleiz año les deseo y que continúen realizando este interesante apostolado.. buen año 2013
    Germán

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  2. EL MISTERIO DE NUESTRA RECONCILIACIÓN
    De las cartas de san León Magno, papa (muerto en año 461) (Carta 31)
    De nada sirve reconocer a nuestro Señor como hijo de la bienaventurada Virgen María y como hombre verdadero y perfecto, si no se le cree descendiente de aquella estirpe que en el Evangelio se le atribuye.

    Pues dice Mateo: Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán; y a continuación viene el orden de su origen humano hasta llegar a José, con quien se hallaba desposada la madre del Señor.

    Lucas, por su parte, retrocede por los grados de ascendencia y se remonta hasta el mismo origen del linaje humano, con el fin de poner de relieve que el primer Adán y el último Adán son de la misma naturaleza.

    Para enseñar y justificar a los hombres, la omnipotencia del Hijo de Dios podía haber aparecido, por supuesto, del mismo modo que había aparecido ante los patriarcas y los profetas, es decir, bajo apariencia humana: por ejemplo, cuando trabó con ellos un combate o mantuvo una conversación, cuando no rehuyó la hospitalidad que se le ofrecía y comió los alimentos que le presentaban.

    Pero aquellas imágenes eran indicios de este hombre; y las significaciones místicas de estos indicios anunciaban que él había de pertenecer en realidad a la estirpe de los padres que le antecedieron.

    Y, en consecuencia, ninguna de aquellas figuras era el cumplimiento del misterio de nuestra reconciliación, dispuesto desde la eternidad, porque el Espíritu Santo aún no había descendido a la Virgen ni la virtud del Altísimo la había cubierto con su sombra, para que la Palabra hubiera podido ya hacerse carne dentro de las virginales entrañas, de modo que la Sabiduría se construyera su propia casa; el Creador de los tiempos no había nacido aún en el tiempo, haciendo que la forma de Dios y la de siervo se encontraran en una sola persona; y aquel que había creado todas las cosas no había sido engendrado todavía en medio de ellas.

    Pues de no haber sido porque el hombre nuevo, encarnado en una carne pecadora como la nuestra, aceptó nuestra antigua condición y, consustancial como era con el Padre, se dignó a su vez hacerse consustancial con su madre, y, siendo como era el único que se hallaba libre de pecado, unió consigo nuestra naturaleza, la humanidad hubiera seguido para siempre bajo la cautividad del demonio. Y no hubiésemos podido beneficiarnos de la victoria del triunfador, si su victoria se hubiera logrado al margen de nuestra naturaleza.

    Por esta admirable participación ha brillado para nosotros el misterio de la regeneración, de tal manera que, gracias al mismo Espíritu por cuya virtud Cristo fue concebido y nació, hemos nacido de nuevo de un origen espiritual.

    Por lo cual, el evangelista dice de los creyentes: Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.

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  3. La Circuncisión de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo
    Nuestro Señor Jesucristo fue circuncidado según la ley del Antiguo Testamento el octavo día después de Su Nacimiento. Circuncidaban todos los infantes varones como un signo del pacto entre Dios y el santo antecesor Abraham y sus descendientes (Gen. 17:10-14, Lev. 12:3).
    El Niño Divino recibió el nombre de Jesús después del rito, según la declaración del Arcángel Gabriel el día de la Anunciación a la Theotokos (Luc. 1:31-33, 2:21). Los Padres de la Iglesia explican que el Señor, el Creador de la Ley, se sometió a la circuncisión para enseñarnos como debemos cumplir fielmente con las órdenes divinas. El Señor fue circuncidado para que nadie dudara que El verdaderamente había asumido la carne humana y que Su Encarnación no era una ilusión (como ciertos herejes enseñaban).
    En el Nuevo Testamento el rito de la circuncisión prefiguraba el Misterio del Bautismo (Col. 2:11-12). En la iglesia del oriente cuentas de la Fiesta de la Circuncisión del Señor se encuentran hasta el cuarto siglo. San Estéban del monasterio de San Sava escribió el canon de la Fiesta (28 de Octubre y 13 de Julio).
    Además de la circuncisión, la cual el Señor aceptó como un signo del Pacto de Dios con la humanidad, también recibió el nombre Jesús (Salvador) el octavo día después de Su Natividad. Su nombre indica el servicio que iba a ofrecer para la salvación del mundo (Mat. 1:21, Mar. 9:38-39, 16:17, Luc. 10:17, Hec. 3:6, Fil. 2:9-10). La Circuncisión del Señor y el Nombramiento nos recuerdan que los Cristianos entraron en un Nuevo Testamento con Dios, "En el cual también sois circuncidados de circuncisión no hecha con manos, con el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne, en la circuncisión de Cristo: (Col. 2:11). El mismo nombre "Cristiano" es un signo del Nuevo Testamento entre la humanidad y Dios.
    P.Jesús



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